Como toda dictadura basada en la megalomanía de una persona, el régimen nazi colmó Alemania de imágenes, signos y emblemas alusivos a Adolfo Hitler y al nazismo. Pero tras la derrota del Tercer Reich, tanto estadounidenses como soviéticos se esmeraron en borrar todo recuerdo de la criminal dictadura. Pero uno sobrevivió.
En 1992, el gobierno de la recién unificada Alemania ordenó fotografías aéreas de las zonas hídricas de la ex Alemania Democrática para analizar sus potencialidades. En medio de todas las imágenes recopiladas, una llamó especialmente la atención a los universitarios que procesaron la información. Cerca de la localidad de Zernikow del distrito de Uckermark, en medio de un bosque de pinos, una serie de alerces formaban una esvástica perfecta.
Este descubrimiento reveló el único homenaje a Hitler que sobrevivió la ocupación soviética, la era comunista de la RDA y la Alemania unificada.
Se trata de un homenaje que efectuó en la década del 30 un empresario nazi al líder de Tercer Reich para su cumpleaños número 49. En medio de este bosque de pinos, y en área de 55 metros cuadrados, plantó alerces que durante algunos días de otoño y primavera cambian el color de sus hojas de verde a un amarillo intenso. Solo durante esos días se puede apreciar claramente la esvástica. Esta es la razón por qué este homenaje a Hitler permaneció por tanto tiempo: la llamada Esvástica del Bosque.
