No era una tarea sencilla. Por varias razones. La principal, obvia, dónde encontrar a la gente que vive en la calle, que no tiene rutinas ni lugares fijos para pasar la noche. Y otra, más compleja, el cómo conseguir que estas personas en situación vulnerable se abrieran a contar detalles de su vida. Por eso equipos especialmente instruidos salieron en la noche previa al censo a encuestar en hospederías y «caletas» a quienes por primera vez iban a aparecer en un censo.
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Paulo Egenau, director social del Hogar de Cristo, explica a Publimetro que «no ha habido un censo en la historia de Chile que haya incluido a las personas en situación de calle. Sólo tenemos catastros que nos dan un aproximado de 12 mil ciudadanos sin hogar».
Lo que hizo en esta oportunidad el Ministerio de Desarrollo Social junto al Instituto Nacional de Estadísticas es abreviar aún más el cuestionario ya reducido para hacerlo apropiado a estas personas. Especialmente en lo referido a «viviendas colectivas», que son las hospederías u hogares de fundaciones e instituciones religiosas.
Egenau comenta que «hay mucho mito respecto de las personas sin hogar. El del viejo del saco, vale decir, adultos mayores, alcoholizados, con problemas mentales… Pero la información que tenemos nosotros y que queremos cruzar con el censo es que la mitad de estas personas trabaja, la mitad sabe leer y escribir, y están muy bien informados sobre lo que pasa en el país».
Los datos finales sobre este segmento de la población, según Egenau, estarán en mayo del próximo año. En diciembre, recién se sabrá lo grueso, la cantidad de gente que vive en cada región y comuna, la composición por género, pero la base de datos más precisa recién para el 2018″.