No es por nada que Dinamarca es el país más feliz del mundo, según la Organización de las Naciones Unidas (ONU), organismo que lleva realizando este estudio desde el 2012, este país es el que más bienestar ofrece a sus ciudadanos, donde el punto que encabeza es en la “salud de sus habitantes y atención médica”. Por cosas como éstas, es que el Hospital Universitario de Aarhus cumplió el último deseo de un paciente al cual le quedaban pocas horas de vida.
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Se trata de Carsten Flemming, quien había sido ingresado hace pocos días al hospital con una ruptura de aneurisma de aorta, y era solo cuestión de horas para que muriera por una hemorragia interna ya que se encontraba muy enfermo para ser sometido a cirugía.
El mayor deseo de Carsten antes de morir era tomarse una copa de vino blanco y un cigarro mentolado, lo que claramente no está permitido en los hospitales. Pese a ser una petición políticamente incorrecta al incumplir las normas del centro, tanto la familia, médicos y enfermeras coincidieron en cumplir su última voluntad.
De esta forma, movieron su cama hasta un balcón, el hospital público en su página en Facebook fotos de este momento, donde Carsten pudo disfrutar de su copa de vino blanco, un cigarrillo y una espectacular puesta de sol junto a su familia que lo acompañaba en ese momento.