Este martes llegaron a Suecia los restos de Zaida Catalán, la chilena-sueca que fue asesinada mientras realizaba una misión de paz en el Congo, África.
El medio local Expressen, citado por El Mercurio, indicó que la víctima fue recibida en una emotiva ceremonia diplomática, en donde la bandera sueca flameó en presencia del ministro de Educación Gustav Fridolin, y la ex ministra de Relaciones Exteriores, Margot Walström.X
Zaida Catalán, junto a su compañero estadounidense Michael Sharp, desaparecieron el 12 de marzo junto a su intérprete congoleño y tres conductores mientras investigaban abusos de los derechos humanos en la capital provincial de Kasai-Central, Kananga y sus restos fueron encontrados el 27 de marzo en una tumba clandestina.
Catalán colideró las juventudes del Partido del Medio Ambiente sueco entre 2001 y 2005, ejerció como jurista dentro de esa formación y dejó luego la política por una carrera que la llevó a trabajar, entre otros, para la misión policial de la UE en Afganistán (EUPOL). Su padre, ya fallecido, era un chileno que se refugió en Suecia después del golpe de Estado de Augusto Pinochet en septiembre de 1973. En un comunicado enviado al tabloide «Aftonbladet», la madre de Zaida Catalán dijo que era «la mejor y más cariñosa hija que una madre puede tener» y recordó que su padre, ya fallecido, «era un refugiado político que fue torturado tras el golpe militar en Chile»
La identidad de los asesinos y su motivación para cometer estas ejecuciones se desconoce todavía, pero el gobierno de la República Democrática del Congo (RDC) anunció que la justicia militar investigaría los asesinatos.
La misión de paz de las Naciones Unidas desplegada en el país, (MONUSCO) cuenta con unos 19.000 soldados, policías y observadores militares en el este del país y en Kinshasa. En la región de Kasai, la ONU no disponía de ninguna fuerza hasta el reciente despliegue de un centenar de Cascos azules en Kananga y sus alrededores.
La rebelión Kamwina Nsapu ha sido acusada por la ONU de reclutar niños y de haber cometido múltiples atrocidades.
El grupo de expertos de la ONU sobre la RDC se compone de seis personas nombradas cada año por el secretario general de Naciones Unidas. Desde 2004, sus miembros escriben un informe anual sobre el tráfico ilícito de armas en el territorio congoleño, desestabilizado por numerosos grupos rebeldes desde el final de la Segunda Guerra del Congo (1998-2003).
En los últimos meses, reiterados informes y pronunciamientos públicos de la Alta Comisaría de la ONU para los Derechos Humanos han denunciado las masivas violaciones a los derechos humanos que cometen en la RDC tanto las fuerzas gubernamentales como algunos de los diversos grupos armados en el país.