La petrolera estatal Petrobras, la mayor empresa de Brasil y envuelta en un gigantesco escándalo de corrupción, registró en 2016 pérdidas por valor de 14.824 millones de reales (unos 4.940 millones de dólares), informó hoy la compañía.
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La estatal sumó su tercer año consecutivo en números rojos, después de las pérdidas de 34.836 millones de reales (unos 11.600 millones de dólares) de 2015 y de 21.600 millones de reales (unos 7.200 millones de dólares) de 2014.
La compañía, inmersa en un proceso de desinversión, atribuyó el resultado negativo a las bajas contables que hizo de sus activos en el balance por el proceso de venta.
En el último trimestre de 2016, sin embargo, la compañía obtuvo un beneficio neto de poco más de 2.500 millones de reales (unos 850 millones de dólares), pero no consiguió revertir las pérdidas acumuladas a lo largo del año.
Tan sólo en el tercer trimestre de 2016, la petrolera obtuvo un resultado negativo de 16.500 millones de reales (unos 5.500 millones de dólares).
Debido a las pérdidas de 2016, el presidente de Petrobras, Pedro Parente, aseguró en una rueda de prensa que la compañía no pagará dividendos a sus accionistas.
La petrolera también informó que redujo su deuda líquida de los 100,4 millones de dólares a los 96,4 millones de dólares en un año, gracias a la apreciación del real frente al dólar y al pago anticipado de préstamos.
El presidente de Petrobras subrayó que la reducción del endeudamiento y el «positivo resultado operacional» de la compañía podrían conducir a las agencias de calificación de riesgo a revisar la nota de la estatal, que perdió el grado de inversión.