«Reivindicamos la acción de sabotaje realizado este domingo 12 de marzo en la madrugada, en contra de la empresa Trans–Cavalieri, acción incendiaría que destruyó completamente 19 camiones, 9 ramplas y un galpón, en la ruta que une Temuco con Lautaro». Con estas palabras, y a través de un comunicado, el Órgano de Resistencia Territorial (ORT) Wenteche–Catrileo de la Coordinadora de Comunidades en Conflicto Arauco Malleco (CAM) asumía la autoría de un nuevo atentado en La Araucanía. Este provocaría daños por cerca de USD 3 millones y sería calificado como «el peor ataque de los últimos años».
PUBLICIDAD
-
Coordinadora Arauco Malleco reivindicó atentado contra 19 camiones en La Araucanía
-
Camioneros amenazan con paro y exigen presencia de ministro Fernández en La Araucanía
-
Ministro del Interior responde a presión de camioneros tras ataque incendiario: «Bajo amenazas no trabajo»
Para el Premio Nacional de Historia 2012 y académico de la Universidad de La Frontera, Jorge Pinto Rodríguez, este hecho ha complicado aún más el conflicto que se vive en la zona. «La reivindicación por parte de la CAM genera un efecto complejo, y si a eso sumamos la reacción del gremio productivo que está insistiendo en poner en marcha todo un plan de persecución y, de alguna manera, una militarización de la zona a través de un Estado de Emergencia, da cuenta que la situación se complicó», explicó en conversación con Publimetro.
«Se muestran contrarios a un Estado que ellos denominan colonialista y capitalista, y surgen desde un escenario, a fines de los noventa, de protestas indígenas en todo el continente. Ellos toman las bandera en Chile», sostuvo Pinto.
Origen
No es el primer episodio en que la Coordinadora radicaliza los hechos. Son diferentes autores (Benavente y Jaraquemada, 2009, Tricot, 2013, y Barrera, 1999) los que coinciden en situar el inicio del conflicto, en el 1 de diciembre de 1997. Ese día un grupo de comuneros incendiaron tres camiones pertenecientes a la forestal Bosques Arauco en Lumaco e iniciaron la actividad de la CAM junto a la denominada «resistencia mapuche».
Para Pinto, el organismo es el ente que ha encabezado la movilización más violenta del pueblo mapuche: «Ha reivindicado la figura del guerrero o weichafe -en mapudungun-«, señaló.
Más allá de un hecho puntual, Pinto indicó que los inicios de esta organización se asocian a una «falta de respuesta por parte del Estado frente a las demandas realizadas para mitigar los efectos de las forestales, mineras e hidroeléctricas en La Araucanía o Wallmapu (nación Mapuche)», explicó.
PUBLICIDAD
«Se muestran contrarios a un Estado que ellos denominan colonialista y capitalista, y surgen desde un escenario, a fines de los noventa, de protestas indígenas en todo el continente. Ellos toman las bandera en Chile», sostuvo Pinto.
José Huenchunao, Héctor Llaitul y Ramón Llanquileo son algunos de los líderes históricos de la CAM, organización que durante los últimos años ha padecido transformaciones, el retiro de líderes y el surgimiento de grupos más radicales que, según el juicio de Pinto, «no han logrado ser controlados por la dirigencia tradicional».
«Estos grupos de resistencia local son los más difíciles de contener, porque son muy pequeños, atomizados. Es decir, la situación se ha ido agravando y nos hace responsable a todos quienes vivimos en La Araucanía, por no hacernos cargo de la situación. Principalmente a los empresarios, al Estado y a aquellos dirigentes mapuches que se han negado a dialogar», sentenció.
«En mi opinión, una manera de salvar la situación es dialogando con ellos pero en un marco de condiciones para el éxito. La CAM propuso una tregua. El Estado desecho aquello y los empresarios se negaron a aceptarlo», comentó el Premio Nacional.
Propuesta de salida al conflicto
A partir de la convocatoria del Gobierno a una mesa de diálogo entre diferentes actores y expertos en el conflicto -incluído el propio Jorge Pinto-, Héctor Llaitul, en nombre de la CAM, propuso una «tregua» como requisito para unirse a las conversaciones. El ofrecimiento fue rechazado de plano por los otros involucrados. «En mi opinión, una manera de salvar la situación es dialogando con ellos pero en un marco de condiciones para el éxito. La CAM propuso una tregua. El Estado desecho aquello y los empresarios se negaron a aceptarlo», comentó el Premio Nacional.
«El intendente Jouannet -Andrés- hizo esfuerzos por avanzar en esa dirección, pero los empresarios se negaron. Aunque reconocen -productores- que el Estado ha actuado con violencia no son capaces de avanzar hacia una situación que solucione el conflicto en La Araucanía», agregó.