Un tribunal militar israelí condenó este martes a 18 meses de prisión al soldado Elor Azaria, culpable de haber rematado a un palestino malherido en el suelo, una pena que los palestinos consideran una «luz verde» para los «los crímenes del ejército de ocupación».
El sargento de 21 años es el primer soldado israelí en ser condenado por homicidio en más de diez años, según la prensa.
El joven había ingresado en la sala de audiencias de Tel Aviv bajo aplausos.
Vestido con uniforme verde oliva y sin esposas, mostró una gran sonrisa, besó a su compañera y abrazó a su madre, su padre y sus amigos, presentes en cada una de las audiencias.
En el exterior, varias decenas de personas, muy vigiladas por la policía después de los enfrentamientos registrados en una audiencia en enero, manifestaron su apoyo al soldado con carteles en los que se podía leer «muerte a los terroristas» y «no dejamos caer a nuestros combatientes».
El soldado, miembro de una unidad paramédica, fue filmado el 24 de marzo de 2016 cuando disparaba una bala en la cabeza de Abdul Fatah Al Sharif en Hebrón, Cisjordania, territorio palestino ocupado por Israel.
El palestino, herido de bala y que yacía en tierra, acababa de atacar a unos soldados con un cuchillo.
Tras un mes de un juicio excepcional en Israel, que dejó a la luz profundas fracturas en el país, el tribunal que lo declaró culpable de homicidio el 4 de enero sólo debía pronunciar ahora su pena.
La fiscalía había pedido un mínimo de tres años de prisión contra el sargento.
«Estimamos que la pena apropiada para el acusado no debe ser inferior a tres años ni superior a cinco años», había afirmado el fiscal militar Nadav Weisman.
Elor Azaria «mató a una persona, aunque se trate de un terrorista», había argumentado el fiscal militar Nadav Weisman.
El soldado fue detenido inmediatamente después de publicado el vídeo y se declaró no culpable.
Sus abogados arguyeron que Elor Azaria podría haber pensado que el palestino portaba explosivos, pero otros afirmaron que ya se había comprobado que el hombre no llevaba un cinturón de explosivos y que nadie en el vídeo parece actuar con cautela respecto al joven palestino.
Esto «podría haberle sucedido a cualquiera de nosotros», dijo en el juicio Ori Elon, un soldado de su unidad.
– ‘Luz verde a crímenes de la ocupación’ –
Para la Autoridad Palestina, la pena de 18 meses de prisión constituye una «luz verde» para que continúen «los crímenes».
«El Gobierno palestino ve esta decisión contra el soldado asesino como una luz verde para que continúen los crímenes del ejército de ocupación», denunció, en unas declaraciones a la AFP, el portavoz del Gobierno palestino, Tareq Rishmaui.
En el momento de los hechos, los Territorios Palestinos, Jerusalén e Israel estaban en medio de una ola de violencia casi diara que en varios meses dejó 252 palestinos, 40 israelíes, dos estadounidenses, un jordano, un eritreo y un sudanés muertos, según un recuento de AFP.
Las autoridades israelíes aseguran que los palestinos muertos eran atacantes; las autoridades palestinas denuncian en cambio «ejecuciones».
– Un juicio que divide –
Este contexto de tensión después de años de un irresuelto conflicto y la letanía de muertos que ha dejado contribuyeron a dividir profundamente a la opinión pública israelí en este juicio muy mediatizado.
De un lado están los que defienden el juicio en nombre del respeto necesario a los valores éticos del ejército. Del otro, los que apoyan a los soldados enfrentados a los ataques palestinos.
Varios miembros del Gobierno israelí y personalidades políticas defendieron al soldado Azaria.
El Estado Mayor en cambio se opuso a la reprobación de la derecha israelí e impulsó el juicio. Las fuerzas de seguridad israelíes son acusadas regularmente de ejecuciones sumarias.
El caso puso bajo tensión esta institución, considerada un factor de unidad en el país frente a la amenaza exterior. Los últimos meses los mensajes de odio contra los jueces se multiplicaron.
El ejército se vio obligado además a acallar una campaña que sostuvo que los soldados podrían haber sido víctimas de un «efecto Azaria», al punto de que pudieron haber tardado en disparar cuando un palestino embistió al mando de un camión a soldados israelí en 8 de enero, incidente en el que murieron ocho militares, por miedo a terminar en los tribunales.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, defendió en un primer momento la posición del Estado Mayor. Pero frente a la orientación que tomó parte de la opinión pública, modificó su posición y se unió a los múltiples llamamientos para indultar al soldado.
Más de dos tercios (70%) de los israelíes son favorables a que Elor Azaria sea indultado, según un reciente sondeo.