Rusia denunció hoy el hallazgo de fosas comunes con decenas de cuerpos mutilados y con disparos en la cabeza en Alepo, ciudad siria liberada la pasada semana por el Ejército sirio.
«Encontramos grandes fosas comunes con decenas de sirios que sufrieron torturas salvajes y represalias. Muchos de ellos están mutilados», dijo Ígor Konashenkov, portavoz castrense ruso.
El general ruso agregó que, «por lo visto, esto es sólo el principio».
«Los resultados de la primera inspección de los barrios de Alepo abandonados por la llamada oposición pueden impresionar a muchos», aseguró.
Moscú ha denunciado en los últimos meses el asesinato de numerosos civiles que querían abandonar Alepo a través de los corredores humanitarios habilitados por el Ejército ruso a manos de los grupos armados que controlaban el este de esa ciudad.
A su vez, Konashenkov informó sobre el hallazgo de siete almacenes con munición suficiente para armar a varios batallones de combatientes, y armamento pesado abandonado como tanques, cañones y lanzaderas de misiles.
Ahora, los zapadores rusos se están encargando de desminar la infraestructura civil de la ciudad para facilitar el retorno de sus habitantes, ya que los yihadistas colocaron minas por todas partes, incluidos coches y juguetes.
El presidente ruso, Vladímir Putin, felicitó el viernes al líder sirio, Bachar al Asad, por la liberación de Alepo y le pidió centrar a partir de ahora sus esfuerzos en el diálogo político con la oposición moderada.
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