«Los que pagan el precio de esta competencia irresponsable son los ciudadanos, especialmente los más pobres, con el aumento de impuestos a los particulares y la reducción de los servicios esenciales, como la sanidad y la educación», afirma Manon Aubry, administrador de la ONG, sobre la responsabilidad que tienen los países con paraísos fiscales.
Después de los escándalos de LuxLeaks, los papeles de Panamá y más recientemente el Football Leaks, la ONG Oxfam publicó un informe titulado «La batalla de los paraísos fiscales», donde revela como los países ofrecen recortes fiscales a las empresas para que las multinacionales instalen sus sedes en su territorio.
Las islas Bermudas encabezan la lista de los «peores paraísos fiscales», según esta ONG. Cuatro países de la Unión Europea también figuran en la lista: Holanda (3º), Irlanda (6º), Luxemburgo (7º) y Chipre (10º). Suiza ocupa el cuarto lugar, justo por delante de Singapur.
Si bien el Reino Unido no aparecen en el listado, sí figuran cuatro territorios de la corona británica: los dos primeros de la clasificación, las islas Bermudas y las islas Caimán, seguidos de Jersey (12º) y las islas Vírgenes Británicas (15º).
Estos países apoyan «las prácticas más extremas de evasión fiscal», afirma Oxfam, que recuerda, por ejemplo, «las ventajas fiscales ilegales» acordadas por Irlanda a Apple, que sólo paga «0,005% de impuestos en el país».
La ONG estima que «los países de todo el mundo participan en una peligrosa carrera por la competencia fiscal, reduciendo la factura fiscal de las empresas para atraer inversiones hasta su territorio».
AFP/PUB.