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Este lunes se cumplen cinco meses desde que el Gobierno ingresó el proyecto de reforma a la educación superior a la Cámara de Diputados, fecha desde la cual los parlamentarios han dedicado las sesiones a escuchar a los rectores, académicos, estudiantes y expertos, quiénes se han mostrado críticos del texto.
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Luego de dos meses del ingreso del proyecto, la ministra de Educación, Adriana Delpiano, reconoció que el documento tiene algunos déficit, por lo que en septiembre de este año anunció que ingresarían una “indicación sustitutiva” para mejorar el escrito.
Tras este anuncio, aún a esta fecha no se conocen aquellas indicaciones de parte del Gobierno, ni se ha avanzado de forma clara en las conversaciones, por lo que la diputada del PPD Cristina Girardi ve complicado que se logre terminar este período de gobierno con una ley de educación superior.
“Para que haya alguna posibilidad de sacarlo en este gobierno, esa indicación como se dijo ‘sustitutiva’, ya deberían haberla ingresado hace rato, salvo que el gobierno le ponga suma urgencia, pero si se ingresa en marzo de 2017 tenemos muy pocas probabilidades”, declaró.
A pesar de las declaraciones de la diputada PPD, otro de los integrantes de la comisión de Educación de la Cámara, el DC Mario Venegas, afirma que Delpiano habría solicitado una votación de forma próxima, por lo que ve de forma optimista la futura tramitación.
“La ministra anunció que iba a solicitar la más pronta votación en general del proyecto, lo que puede ser de vuelta de la semana distrital (segunda semana de diciembre), perdimos muchísimo tiempo intentando llegar a un acuerdo con el Consejo de Rectores y con los sectores más relevantes (…) la voluntad política está y si trabajamos todos fuerte y hay colaboración lo podremos sacar”, sostiene Venegas.
De parte de la oposición, el diputado de la UDI, Jaime Bellolio, es tajante en señalar que el proyecto “no le gusta a nadie” y que de este modo no contará con los votos necesarios para la aprobación, y si se logra sacar antes es por un tema electoral.
“A nadie le gustó ese proyecto, de hecho llevamos cinco meses escuchando invitados y ninguno de ellos ha dicho que le parezca bueno. Entiendo que el gobierno está en la tesis de apurar la votación en general para luego presentar las indicaciones, ahí hay un interés electoral, el gobierno quiere ocupar la reforma de educación superior y su promesa falsa de gratuidad como palanca para la elección primaria y la de primera vuelta”, afirmó Bellolio.
