La cancillería respondió a los cuestionamientos efectuado por Bolivia a raíz de la paralización de los trabajadores públicos por el reajuste salarial que se discute en el Congreso, el que presuntamente afectó el libre tránsito de la carga de transportistas bolivianos, ya que aduanas se sumó a la movilización, originando demoras en los traslados comerciales del país altiplánico.
PUBLICIDAD
Al respecto, el vicepresidente de la nación vecina, Álvaro García Linera, calificó a Chile de “Estado poco serio”, ya que a su juicio se estaría incumpliendo uno de los puntos estipulados al tratado de 1904, por lo que Bolivia pediría un resarcimiento económico.
“El Gobierno de Chile expresa que es totalmente infundada la afirmación del gobierno de Bolivia sobre una supuesta interrupción del flujo de camiones por los pasos fronterizos, que unen a Bolivia y Chile, durante el Paro Nacional de 72 horas”, señala el documento.
En este sentido, el documento indicó que en Chile se tomaron las medidas del caso para mitigar los problemas relacionados con la convocatoria, agregando que “Bolivia no contribuye a que la circulación del transporte terrestre sea expedita, pues existiendo un acuerdo de control integrado en régimen de doble cabecera, el ingreso a Bolivia debería realizarse en el complejo de Tambo Quemado. Sin embargo, habiendo concluido ciertas obras de reparación de dicho complejo, Bolivia no ha permitido que los funcionarios chilenos puedan operar en Tambo Quemado”.
“Llama la atención que el gobierno boliviano, autodenominado socialista, proteste en contra e intente sacar provecho de una movilización de trabajadores. Igualmente, no se entienden las reiteradas quejas bolivianas sobre el libre tránsito hacia Arica, puesto que el comercio boliviano privilegia el uso del puerto de Arica. En cambio, Bolivia tiene abandonada su zona franca en la ciudad argentina de Rosario y tampoco moviliza sus productos por su propio puerto fluvial de Puerto Busch”, afirmó el Ministerio de Relaciones exteriores.
En dicho contexto, cancillería afirmó que desde Palacio Quemado se pretende crear “un conflicto ficticio para contar con opciones a su demanda marítima, que busca una transferencia de territorio soberano contrario al Tratado de 1904 e inaceptable para Chile”.
Cabe recordar que el mismo Evo Morales denunció a nuestro país ante una entidad de la ONU por un presunta «violación» a los derechos humanos de los transportistas de ese país. Días después, el canciller Heraldo Muñoz replicó señalando que Bolivia cobraría sobre precio a la carga que sus compatriotas exportan mediante puertos chilenos.
PUB/CHS