Los comicios regionales en el estado alemán de Mecklemburgo-Anteporemania (noreste) arrojaron este domingo un resultado inédito en la reciente historia democrática del país, al perder la Unión Cristianodemócrata (CDU) de Angela Merkel la hegemonía de la derecha frente a los populistas de Alternativa para Alemania (AfD).
Paradójicamente, la líder de este partido, Frauke Petry, comparte una biografía muy parecida a la de Angela Merkel: al igual que la canciller, Petry es doctora en química, vivió casi toda su infancia y juventud en la antigua Alemania comunista y no descarta la posibilidad de convertirse en una seria aspirante a cogobernar la mayor potencia económica de Europa.
Petry, de 40 años y líder del partido ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD) era hace un año una recién llegada a la política. Se acababa de convertir en líder de la joven formación con un discurso más xenófobo y ultraconservador que el euroescepticismo con el que nació en 2013.
Unos la describen como una anti-Merkel. Otros, como un Donald Trump en mujer, puesto que sus salidas de tono alcanzan niveles antes inimaginables en un país que lleva 70 años conteniendo cualquier ascenso de la ultraderecha.
«Hay que impedir los ingresos ilegales en la frontera. Si es necesario, haciendo uso de armas de fuego», lanzó Petry en campaña. La frase revolvió el estómago de quienes aún recuerdan la orden de disparar a los fugitivos de la Alemania comunista, pero no fue un desliz. «Para obtener atención mediática, las declaraciones fuertes y en parte provocadoras son imprescindibles», instruyó Petry en un documento para miembros de AfD.
Frauke Petry y su partido practican una agresiva retórica de rechazo a refugiados e inmigrantes, lo cual preocupa al resto de partidos, pues consideran que eso contribuye a que se cometan actos violentos.
La crisis de los refugiados impulsó las expectativas electorales de la formación, que podría hacerse con el 11 % de los votos en las generales del próximo otoño y que el pasado marzo cosechó ya importantes resultados en tres comicios regionales. El ascenso de AfD es una seria amenaza para la CDU de Merkel.
PUB/IAM