La ministra de Salud, Carmen Castillo, junto al subsecretario de la cartera, Jaime Burrows, y el senador Guido Girardi, la representante de la FAO en Chile, Eve Crowley, y el representante de OPS/OMS en nuestro país, Roberto del Águila, se refirieron a la estrategia de reducción de sodio en el pan y los beneficios de la fortificación de cereales.
En la oportunidad se reiteró que desde el año 2009 el Ministerio de Salud (Minsal) y los productores de pan han vienen desarrollando conjuntamente una estrategia voluntaria para la reducción del sodio en la elaboración de ese alimento en el país.
Al respecto, la ministra Castillo detalló que hace siete años las medidas de sal oscilaban entre los 800 y 1000 milígramos por 100 gramos del producto. «Hoy día, 700 panaderías y supermercados ya están en 500 milígramos por cada 100 gramos de pan. En ninguno de ellos ha desaparecido la marraqueta y sigue siendo crujiente», dijo la jefa de la cartera,
El proceso ha incluido vigilancia y acompañamiento del cumplimiento del compromiso, y la idea de ahora es continuar disminuyendo la sal en el pan para el consumo de las personas que, de acuerdo a lo recomendado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) debería ir desde los 9,8 gramos a los 5,0 gramos.
Frente a eso, la ministra Castillo volvió a señalar que el propósito no es hacer desaparecer la marraqueta, sino que seguir bajando los niveles de sal, pero sin alterar dicho producto más allá de sus límites.
Por su parte, el jefe de la División de Políticas Públicas del Minsal, Tito Pizarro, dijo que «la hipertensión arterial es el factor de riesgo con mayor mortalidad atribuible en Chile» por lo que si se disminuyen 3 gramos de sal en el consumo diario «se evitarían 1.254 muertes anuales» por dicha enfermedad cardíaca.
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