En los últimos años, la dirigencia de Cobreloa ha enfrentado la salida de dos de los canteranos más proyectables del club. El primero fue Marcelo Allende (17) quien hoy entrena con el Arsenal de Inglaterra y el segundo fue el delantero Nicolás Guerra (17), flamante goleador de Universidad de Chile.
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La distante relación dirigencia, la lejanía con Santiago y la poca proyección que tenía con la camiseta del elenco de Calama hicieron que Guerra decidiera a los 14 años terminar su vínculo con los loínos.
«A pesar de todo, de Cobreloa me llevo los mejores recuerdos. Los profesores me enseñaron mucho. Pero decidí salir del club para seguir mi vida en Santiago por mi familia«, afirma el jugador a El Gráfico Chile.
El punto de quiebre en la relación del ariete con Cobreloa fue cuando el técnico César Bravo lo invitó a pasar las vacaciones de invierno a Calama. «A los 14 años me llevaron a realizar la pretemporada con la Sub 19 y el primer equipo. Fue una linda experiencia en lo profesional«, sentenció el atacante, quien nunca se sintió cómodo con la ciudad.
Una vez que regresó a Santiago, el delantero conversó con su familia y decidió aceptar la propuesta de Universidad de Chile, club que compró un porcentaje de los derechos de formación.
«Tuve la oportunidad de llegar y ser titular de inmediato. Llevo tres años en la U y siempre he sido goleador. Estoy muy feliz por mi actual momento«, expresó una de las grandes promesas de la cantera de los azules.
Durante el torneo pasado, el atacante se llevó todos los aplausos por convertir 15 goles en el certamen. Su efectividad llamó la atención de Sebastián Beccacece, quien no dudó llamarlo para que se uniera a los trabajos del plantel de honor de la U.
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«Tuve la oportunidad del primer semestre ser llamado como sparring. Tenemos una relación muy buena; el ‘profe’ es muy cercano a los jugadores. Espero seguir siendo considerado por él«, comenta Guerra, quien este fin de semana inicia su participación en torneo juvenil con la Sub 17 azul
«Quiero ganarme un puesto en la U y después salir al extranjero»
Hace algunos días, el mercado nacional se remeció con la salida de Jeisson Vargas. El delantero de 18 años dejó Universidad Católica para firmar contrato con Estudiantes de la Plata, equipo donde fue enviado a préstamo por el Grupo Zaputo, entidad que controla el Bologna de Italia y el Montreal Impact.
Ante esta situación, Guerra es bastante radical al confesar que su primer objetivo es triunfar en el fútbol chileno. «No conozco personalmente a Jeisson pero me imagino que tomó esa decisión pensando en su futuro. Por mi parte quiero ganarme un puesto en el primer equipo de Universidad de Chile y recién ahí poder pensar en salir del país«, afirmó.
Una de los personas que ha ayudado a Nicolás a mantener los pies en la tierra es Sergio Gioino. El ex futbolista es su representante y parte fundamental de su crecimiento dentro y fuera de la cancha.
«Con Sergio hemos creado un lazo bastante importante, casi de amistad. Confío bastante en él; siempre me está apoyando y entregando consejos que van más allá del polerón o los zapatos de marca«, confesó.
Es la historia de Nicolás Guerra, una gran promesa del fútbol nacional, que buscará emular los pasos de su gran ídolo Alexis Sánchez.