Según el último reporte de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Chile es considerado como el país más depresivo del mundo a nivel mundial. Y es este año, en que la Depresión cumple una década desde que fue ingresada como una enfermedad en el sistema de Garantías Explícitas en Salud (GES), que distintos especialistas se reunirán este 1 de julio para conversar sobre sus avances, desafíos y por supuesto, para hacer un balance de esta década, en un seminario que los reunirá en la Universidad Diego Portales (UDP).
El Dr. Alfredo Pemjean –académico de la Facultad de Medicina UDP y ex jefe del departamento de salud mental del Minsal- quien participará de esta discusión, adelanta algunos de los antecedentes que se plantearán. En conversación con Publimetro explica que la incorporación de esta enfermedad mental en Chile fue provocada por “la escasez de especialistas y horas médicas en el sistema público, sumado al alto copago que tenía en el sistema privado, propiciando su atención oportuna y protección financiera”.
Según la Encuesta Nacional de Salud 2010, el 17% de la población chilena reporta síntomas propios de la depresión. Esto se suma a la creciente tasa de suicidios en el país, el cual se ubica como una de las más altas de América Latina, igualándose a en el caso de niños y adolescentes a países como Corea del Sur.
Pemjean explicita que, esto claramente muestra que tenemos aún un desafío muy grande como país en la materia, sin dejar de considerar los avances en esta década. “El programa GES ha sido un gran avance, que hace la diferencia con la manera en que otros países –incluso más desarrollados- están respondiendo al desafío no resuelto de tratar a ciudadanos con enfermedades mentales”, afirma agregando que “antes el acceso a estos tratamientos era muy precario porque no habían especialistas, y los que habían no estaban en el sistema público. Hoy podemos hablar de un principio de atención universal para pobres y ricos, y en el sistema público y privado”.
El profesional hace un balance de esta década, destacando que este año ya hay sobre un millón de personas que se han atendido en estos procesos de atención abierta, con continuidad en su tratamiento. “La depresión es la sexta causa individual de tratamientos en el país por lo que es un gran número si consideramos todo lo que produce esta enfermedad como sufrimiento y problemas económicos tanto a quienes la padecen como al mundo que los rodea”, agrega.
El 2003 y el 2010, el Ministerio de Salud hizo la encuesta nacional de salud el cual es un gran estudio sobre enfermedades, cuya tercera versión se está realizando en este período. Según estas cifras, en el transcurso de estos años la prevalencia de la depresión se mantiene en un 23% manifestación de síntomas el 2003 y un 20% el 2010. Pero, en términos de acceso al tratamiento de esta enfermedad el porcentaje creció en este intervalo de un 35,9% al 52%, marcando una diferencia por el GES.
¿En qué estamos y hacia dónde deberíamos ir?
El académico UDP establece que en las líneas para mejorar el estado de esta enfermedad en Chile, lo primero que hay que hacer es mejorar la calidad del tratamiento y de lo que reciben las personas en el GES. “A pesar de que en términos generales hay una buena calidad porque la gente recibe y dispone de tratamientos psicológicos y psiquiátricos, medicamentos de todo tipo, entre otras, la manera en la que manejamos los recursos para que la gente se mejore aún tiene mucho por avanzar y lamentablemente eso depende de cómo utilizan ese dinero los establecimientos públicos y privados”, enfatiza.
Lo siguiente es que muchas personas con enfermedades crónicas como por ejemplo: la diabetes o la hipertensión, entre otras, sufren con mayor frecuencia que las personas sanas de depresión. La misma persona tiene dos enfermedades de manera simultánea, pero no son tratados por ambas. El Dr. Pemjean afirma que esto muestra una brecha de calidad, y de un “fracaso” en términos de medicina.
En el caso de las depresión asociada a las mujeres embarazadas, pro y post gestación, las mujeres no acceden a tratamiento para esta enfermedad, aclara que esta debe ser otra prioridad no sólo por cómo afecta a la mujer y su desarrollo, sino que también al niño en camino.
Finalmente en términos de licencias médicas, las cuáles son generalmente más prolongadas que otros cuadros, el profesional expone que se requiere entender que no solo con el diagnóstico del médico y reposo por un período de días, esto se va a solucionar. “Necesitamos tener una mirada más de adentro desde los sistemas de trabajo también, para lograr un acoplamiento de los sistemas de salud, de seguro y laborales para que dar y suspender licencias médicas tenga dos miradas al menos. ¿Por qué? Porque se ha demostrado que en esta patología, el entorno temprano al trabajo es más positivo en la recuperación que el reposo”, remata.
¿Cómo opera la Depresión en el sistema Ges?
En el caso de esta enfermedad, opera de maneras distintas según el sistema en el que uno decida atenderse.
En el Sistema Público, los afiliados a Fonasa mayores de 15 años pueden acceder a esta garantía. La forma, es dirigirse a consultorios y solicitar atención psicológica, siendo este mismo profesional quien diagnostica el grado de la enfermedad y si esta es en un estado leve, moderado, grave o recurrente.
En el caso de las dos primeras, la persona será tratada siempre por el mismo psicólogo en el consultorio, a través de distintos controles. Si es grave, se le derivará a un psiquiatra en el Hospital o centro especializado que le corresponda por comuna.
Según el plazo que garantiza el Auge, la solución debería ser de 30 días, teniendo el paciente la posibilidad de reclamar por escrito a Fonasa, y en caso de no tener respuesta, a la Superintndencia de Salud, en el caso de que este plazo no se cumpla.
Por otro lado, en la salud privada los clientes solo pueden acceder a este beneficio a través de la red de prestadores estabelcidas por su isapre. Si se les diagnostica depresión los pacientes deben hacerle saber su condición a su isapre, llenando el formulario correspondiente.
Al ser verificado su diagnóstico, y con las condiciones de acceso cumplidas, se le designará un establecimiento para su atención. Es ahí cuando el paciente puede aceptar o rechazar el prestador asignado. Si quiere atenderse en un lugar distinto a la red de prestadores, perderá los beneficios usando solo su plan complementario en la isapre.
PB/MC