El menor de estos exoplanetas orbita alrededor de la estrella V830 Tau que se encuentra a 430 años luz de la Tierra.
Este exoplaneta es un gigante gaseoso con una composición similar a Júpiter y recorre la órbita alrededor de su planeta en apenas 4,93 días (es decir cien veces menos que lo que se tarda Júpiter en dar la vuelta al sol), señala el grupo de científicos canadienses y franceses que publicó su hallazgo en la revista Nature.
Otro equipo de astrónomos confirmó por su parte la existencia de otro exoplaneta juvenil, bautizado como K2-33b, situado en la constelación de Escorpión a 470 años luz de la Tierra.
Este exoplaneta se ubica muy cerca de su estrella (K2-33), cuya órbita recorre en sólo 5,4 días.
El K2-33b tiene un tamaño de aproximadamente cinco veces el de la Tierra -que en comparación se formó hace 4.500 millones de años- por lo que se sitúa en la categoría de «súper-Neptunos», es decir planetas gigantes de constitución gaseosa.
La existencia del K2-33b muestra que los planetas pueden establecer su órbita definitiva en torno a su estrella muy rápidamente tras su formación, revelan los astrónomos en un artículo publicado en el Astronomical Journal, publicación de la Sociedad Estadounidense de Astronomía.
Estos planetas pueden formarse en una órbita cercana a su estrella o en otros casos nacen en una órbita lejana y emigran a una más cercana debido a diferentes interacciones durante su formación.
«Si en nuestro sistema solar, Júpiter o Neptuno hubiesen migrado tras su formación a una órbita más cercana al Sol, sería poco probable que la Tierra o que otro planeta rocoso similar existiera actualmente», especula Andrew Mann, astrónomo de la Universidad de Texas, en Austin, y uno de los principales autores de la investigación.
El planeta K2-33b había sido detectado por primera vez gracias al telescopio Kepler de la Nasa.
Desde 1995 se ha confirmado la existencia de 3.000 exoplanetas (planetas por fuera de nuestro sistema solar) la mayoría de los cuales tienen más de mil millones de años de antigüedad.
Para los científicos, el hallazgo de exoplanetas más jóvenes permitirá tratar de comprender los ciclos de vida de los planetas.
«Estos nuevos exoplanetes jóvenes nos permitirán comprender cómo se forman los planetas, lo que es importante para establecer el proceso que condujo a la formación de la Tierra».
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