El fin de semana pasado, los electores usaron su voto para castigar a los malos gobiernos, a los que han dado señales de una corrupción sin límites o que han permitido que la inseguridad y la violencia escalen como nunca antes se había visto. A esas administraciones, junto con sus partidos, los ciudadanos decidieron no darles otra oportunidad y eligieron la alternancia.