Autoridades de la superpotencia euroasiática acusaron a los aviadores de EEUU de intentar infiltrarse en su territorio y negaron que un caza ruso hubiera efectuado maniobras arriesgadas durante una intercepción.
«Ya empezamos a acostumbrarnos a las permanentes quejas del Pentágono sobre las maniobras supuestamente poco profesionales de nuestros cazas», se quejó el general Igor Konashenkov, representante del Ministerio de Defensa de Rusia, luego de un nuevo incidente que involucra a aparatos militares de ese país y de Estados Unidos.
El viernes pasado, Washington denunció que un caza Su-27 efectuó un «tonel» (maniobra acrobática que consiste en hacer una rotación de 360º en la dirección de vuelo del avión) alrededor de un aparato de observación estadounidense sobre el mar Báltico.
Según el Pentágono, el piloto ruso llegó a acercarse apenas a 6,5 metros del avión de reconocimiento en una acción «peligrosa».
Como respuesta, el general Konashenkov hizo notar que varias aparatos enviadas por EEUU intentan acercarse sigilosamente a las fronteras rusas apagando sus traspondedores, dispositivos electrónicos que señalan la posición de una aeronave.
«Los aviones de observación RC-135 de las Fuerzas Armadas estadounidenses a menudo intentan acercarse sigilosamente a la frontera rusa con el traspondedor apagado, así que nuestra Fuerza Aérea se ve obligada, como ocurrió en este caso, a enviar un Su-27 para identificar al avión», explicó el alto mando.
Frente a ello, el representante de Kremlin afirmó que o bien las aeronaves estadounidenses deben elegir «no acercarse a la frontera de nuestro país», o bien «conectar los traspondedores para que los localizadores los identifiquen automáticamente».
Al mismo tiempo, aseguró que los cazas rusos actúan en concordancia con las normas internacionales sobre el uso del espacio aéreo y sin provocar ninguna situación de emergencia.
Hace dos semanas se registró una intercepción similar, también sobre el Báltico, lo que desencadenó acusaciones cruzadas entre Moscú y Washington. Días antes, un bombardero Su-24 sobrevoló a baja altura al destructor USS «Donald Cook» sobre la misma zona marina.
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