El jefe negociador del Gobierno, Humberto de la Calle, recalcó su intención de firmar «un acuerdo de paz con plazos fijos, sin zonas grises, con una dejación de armas transparente», en el que no haya espacio para la política con armas. De la Calle reconoció que las diferencias de fondo que subsisten entre las Farc y el Gobierno se afrontarían con calma, pero que esto impidió que se cumpliera la promesa que hizo el presidente Juan Manuel Santos el 23 de septiembre de 2015 en La Habana.