Después de la firma de los contratos del Observatorio Europeo Austral (ESO) para iniciar los estudios de diseño de los instrumentos para el Telescopio Europeo Extremadamente Grande (E-ELT), la comunidad de investigadores internacional y local ha comenzado a contribuir en la elaboración de los requisitos científicos y las especificaciones tecnológicas para uno de los instrumentos más poderosos que tendrá el centro de observación que se va a construir en el país, en la Región de Antofagasta.
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Para los científicos e ingenieros, la nueva etapa es la clave para llegar a instalar un espectrógrafo de alta resolución, en este paso del telescopio más grande del mundo.
“La instrumentación de telescopios de esta magnitud comprende muchas partes y muchos grupos de trabajo para su avance. En este caso participa un consorcio internacional, en el cual Chile cumple un rol muy relevante”, destacó Leonardo Vanzi, académico de Ingeniería Eléctrica de la Universidad Católica (UC).
El investigador que lidera el laboratorio de instrumentación del Centro de Astroingeniería UC (AIUC), señaló que ESO está trabajando hace muchos años con la comunidad científica internacional y local para desarrollar el plan de instrumentos previstos para el E-ELT.
En dicho proceso, dijo Vanzi, hubo una colaboración activa por parte de astrónomos de la Universidad de Chile, Universidad de Concepción y Universidad de Antofagasta.
“Hoy estamos pasando de ser un país anfitrión de telescopios, a uno con mayor colaboración en el desarrollo tecnológico de este campo”, precisó el investigador de Ingeniería UC.
Agregó que se trata de un logro histórico, resultado del intenso trabajo en el AIUC durante los últimos años, que permite hoy a Chile avanzar en igualdad de condiciones con los países líderes en esta área.
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El contrato para iniciar los estudios de diseño del espectrógrafo para el E-ELT, en el que interviene el grupo de instrumentación del AIUC, fue firmado este martes 22 de marzo. Una vez en funcionamiento esta tecnología permitirá investigar en detalle las atmósferas de los planetas alrededor de otras estrellas, en busca de señales de vida, y en desvelar las características de las galaxias más remotas del Universo.
ESO es la principal organización astronómica intergubernamental en Europa y el observatorio astronómico más productivo del mundo. En Chile opera en los sitios de observación La Silla, Paranal y Chajnantor.
El E-ELT, en tanto, es el proyecto más ambicioso de ESO y espera llegar a ser “el ojo más grande del mundo en el cielo”, con el inicio de operaciones previsto para principios de la próxima década.
PUB/CM