Los avances para establecer el uso de la cannabis con fines terapéuticos en el país son sustantivos. La primera experiencia la realizó la fundación Daya en conjunto con la Municipalidad de La Florida en 2014. Posterior a eso, la misma fundación generó una alianza con cerca de 20 municipios del país, para una plantación que hoy se encuentra en crecimiento y que beneficiará a 4.000 pacientes con un fitafármaco que producirá laboratorios Knop.
A pesar de la Ley 20.000, que criminaliza el consumo de esta planta según diversos activistas, los avances en relación al uso terapéutico de la cannabis son relevantes en nuestro país y poco a poco en Latinoamérica estudian la experiencia nacional.
En este contexto, un estudio realizado por la farmacéutica británica GW Pharmaceuticals, donde aplicó un medicamento en base a cannabis a 120 pacientes con epilepsia, demostró que se produjo una importante reducción promedio de un 39% de los episodios de convulsiones, logrando significativas mejorías en su calidad de vida.
Frente a esta experiencia internacional, desde fundación Daya valoraron los avances en la materia que en definitiva lo que hacen es validar el trabajo que se realiza en Chile. La directora de Investigación y Estudios Clínicos de la fundación, la neuróloga Gisela Kuester, señala que “nos parece excelente, porque este estudio confirma lo que la Fundación Daya ha venido diciendo desde sus inicios al asegurar que los derivados de cannabis son extremadamente útiles y eficaces en casos de epilepsia”.
Sin embargo, destaca que los avances ingleses podrían tener mejores resultados si aplicaran el el fármaco aplicado más de un compuesto del cannabis, como se pretende hacer en nuestro país.
«Lo que hemos observado en experiencia clínica y lo que se ha reportado en estudios abiertos, es la mejoría significativa con la planta completa, considerando el uso de dos compuestos de ella, que son el THC y el CBD. Si usamos ambos compuestos al mismo tiempo, en proporciones que pueden ser variables dependiendo de cada paciente, son mucho más eficaces” asegura Kuester.
La experta agrega que “hemos observado respuestas de al menos 50 por ciento, y de hasta un 80 por ciento de mejoría significativa usando ambos compuestos, e incluso en esos casos se ha reportado en torno a un 10 por ciento de libertad de crisis y eso es notable y muy difícil de alcanzar en epilepsia refractaria”.
La profesional comentó que “esperamos que sea mucho más significativo, y eso es lo que estamos haciendo en los estudios clínicos realizados en Chile, como el proyecto de Fundación Daya en Quinamávida – donde serán el Instituto Nacional del Cáncer, el Hospital Las Higueras de Talcahuano y el Hospital San Borja Arriarán los que realizarán los estudios -, ya que tenemos fármacos con diferentes concentraciones de sus compuestos”.
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