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Un pueblo de Eslovenia se convertirá en la primera ciudad del mundo en contar con una fuente de la que, en lugar de agua, brotará cerveza.
Famosa por su encantadora capital y sus bellos lagos, Eslovenia quiere dar la bienvenida a una nueva atracción que será el sueño de todo bebedor: una fuente pública de donde brotan chorros de cerveza. Concretamente, la fuente se ubicará en la ciudad de Zalec como una forma de atraer turistas a la región y tendrá un presupuesto de 350.000 €, barriles de cerveza aparte.
Esta zona de Eslovenia se conoce como el “valle del oro verde” debido a la abundancia de plantaciones de lúpulo que rodean a la ciudad y de empresas cerveceras que se nutren de esta materia prima. Y, a pesar de que la fuente se promociona como una manera de atraer a los visitantes extranjeros (y, a la vez, apoyar a los productores de lúpulo locales), el proyecto se ha encontrado con la oposición de algunos residentes, que dicen que el dinero podría utilizarse mejor en otros menesteres.
De momento el Ayuntamiento cargará con la mitad de los costes, mientras que el otro 50% restante irán a cargo de aportaciones voluntarias y de las asociaciones comerciales. El objetivo es plantar la fuente en medio de la ciudad y que de sus caños salgan diferentes variedades de cervezas locales, que el sediento turista podrá consumir previo pago de 6 euros por una jarra conmemorativa, que podrá llenar tres veces hasta los bordes y luego llevarse a casa.
Según dicen los promotores, en un principio se cobrará este precio para que el servicio sea sostenible y aquello no se convierta en las bodas de Caná de la birra, con todo el mundo poniendo la boca debajo del chorro como si no hubiera un mañana: “Es cierto que la fuente no será barata. Pero es un proyecto de desarrollo, un producto turístico”, afirman sus responsables.
Por lo tanto, la fuente no parece tan “pública” como quieren hacer ver desde la corporación municipal, que ya ha pensado en su diseño como una especie de rosco con distintas minifuentes de diferentes tamaños, donde la gente podrá beber frente a un maestro de ceremonias central, que controlará tanto la presión de los barriles como que nadie se quede pegado al cañero.
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Al parecer, la idea la tomaron prestada de una fuente ya existente en la ciudad de Rogaška Slatina, que tiene un surtidor del que brota agua mineral gratis para los huéspedes de un hotel, como en los balnearios de toda la vida. Pero claro, transmutar el agua en cerveza no parece que sea tan fácil, por lo menos económicamente hablando.
Veremos cómo acaba todo esto cuando la corporación termine la ronda de financiación para erigir esta fuente de cerveza única en su género, que alumbre de nuevo el turismo beodo en la vieja Europa. Esperamos que, por lo menos, la cerveza salga heladita…
PUB/IAM