El sistema de transporte de la ciudad de Bogotá, llamado Transmilenio, se inauguró en diciembre del año 2000 bajo la primera administración del recientemente electo alcalde de la capital colombiana, Enrique Peñalosa. Fue uno de los pioneros en América Latina en la renovación del sistema de transporte urbano con el sistema RBT (Rapid Bus Transito o Buses de Tránsito Rápido), enulando lo que se había hecho en Curitiba, Brasil, y fue el gran inspirador del sistema que desde 2007 funciona en nusetra capital, el Transantiago.
Los habitantes de Bogotá comenzaron las protestas en la mañana de este miércoles y se extendieron por al menos dos horas, lo que paralizó parcialmente el sistema y afectó la movilidad de miles de personas que buscaban llegar a sus trabajos, universidades y escuelas.
Diez heridos, entre ellos siete policías; y al menos 70 detenidos, 15 de ellos menores de edad, dejaron ayer en Bogotá las protestas de usuarios del sistema masivo de transporte público, informaron fuentes oficiales.
Las manifestaciones afectaron principalmente estaciones en el sur y suroeste de la ciudad, y algunas ubicadas sobre la Avenida Caracas.
El comandante de la Policía Metropolitana de Bogotá, general Hoover Penilla, dijo a periodistas que los heridos, siete policías y tres civiles, no revisten ninguna gravedad.
Indicó que varios autobuses del sistema fueron atacados con piedras y otros objetos.
Penilla señaló que al parecer las protestas se iniciaron por retrasos en la frecuencia de los buses, y advirtió que este hecho «después fue aprovechado por personas que tenían la intención de causar daño» al sistema.
El jefe policial aseguró que las autoridades pusieron en marcha un operativo para garantizar el regreso de las personas a sus casas, el cual se «extenderá el tiempo que sea necesario».
Al reaccionar a las protestas, el alcalde de Bogotá, Enrique Peñolosa, aseguró que los bloqueos en Transmilenio tienen intereses políticos y anunció sanciones para las personas que alteren el orden público de la capital, una urbe de casi ocho millones de habitantes.
«Hay unos saboteadores organizados políticamente. Están cometiendo delitos, han dañado buses y están afectando la calidad de vida de muchísimos otros. Son enemigos de los ciudadanos», dijo Peñalosa.
La Defensoría del Pueblo señaló en un comunicado que desde noviembre pasado advirtió sobre las fallas en el sistema de transporte capitalino, entre ellas la frecuencia de las rutas, la ausencia de baños en las estaciones, entre otros aspectos.
Además, rechazó «enérgicamente las acciones de vandalismo que escalaron la legítima protesta de las últimas horas» y exhortó a la administración distrital a que tome las medidas necesarias para mejorar el servicio.
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