El «Centro Troi», es un lugar que además de dar tratamiento a los menores diagnosticados con cáncer busca resguardar su alegría y que «sigan siendo niños». A través de terapias complementarias, este lugar se transforma en un segundo hogar para los niños que atraviesan el duro camino de combatir la enfermedad del cáncer.
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El efecto Troi
Anualmente, 600 nuevos casos ingresan aproximadamente a «Troi». Este centro, dependiente de la «Fundación Vivir + Feliz» y que trabaja en conjunto al Hospital Calvo Mackenna, atiende a niños desde los 0 a los 15 años de edad, aunque «si a un niño le diagnostican cáncer a un día de cumplir los 15, se lo atiende hasta el final del tratamiento», nos señalaron desde el establecimiento.
Publimetro conversó con Alan Weschler, gerente general de la Fundación Vivir + Feliz, quien nos señaló que «a los niños les gusta venir a TROI, es un espacio de calidad, acogedor y feliz». Respecto al tiempo que los niños están en tratamiento en el centro, Weschler nos explicó que «es relativo, ya que algunos van casi todos los días y los que están en control un par de veces al año». A pesar de que no hay estudios que puedan reafirmar el efecto de las terapias complementarias en los niños con cáncer, desde la «Vivir + Feliz» nos señalaron que de los niños que ingresan, un 75% se recupera.
Los tratamientos
Para conocer un poco más sobre los tratamientos de los niños entre el Hospital Calvo Mackenna y el centro «Troi», conversamos con especialistas que trabajan en ambas instituciones, con los mismos niños, para entender como ambas terapias se complementan. Stefanie Fleddermann, psicóloga y musicoterapeuta del centro «Troi» explicó a Publimetro que desde su área (la músicoterapia) ha visto buenos resultados en los niños.
«La música les devuelve la sonrisa, les da la energía necesaria para seguir con el tratamiento. Además, también aporta en el desarrollo psicomotor, sobre todo cuando se trata de niños pequeños», señaló la especialista. Stefanie nos comentó que cuando la invitaron a participar en «Troi» tuvo temor de ver a muchos niños tristes, por la situación que les toca atravesar. «Sin embargo al ver como sus caras se iluminaban después de las sesiones de música, quise seguir adelante. Y aquí estoy, aportando para que los niños puedan seguir siendo niños en medio de esta dura enfermedad», nos relató. Stefanie ya lleva cerca de 4 años trabajando con los niños de «Troi».
La especialista comenta que el trabajo que realizan es muy dinámico, porque debido a que los niños tienen que cumplir con sus terapias convencionales (como la quimioterapia) a veces se interrumpen las sesiones de música, o asisten directamente a las unidades de cuidado a acompañar a los niños. Fleddermann nos relata que una vez le tocó acompañar a un niño durante muchos meses, donde a veces «el tratamiento era tan intensivo que no le quedaban ganas de trabajar en musicoterapia», sin embargo, dado al vínculo que se genera con el equipo, el pequeño igualmente le pedía a Stefanie su compañía «aunque sea para ver una película», según relató la especialista.
«Niños que sigan siendo niños»
El norte de «Troi» es brindar terapias complementarias que faciliten a los niños el atravesar por los duros tratamientos contra el cáncer. «Se busca que los niños que están luchando contra el cáncer puedan seguir siendo niños, puedan vivir su tratamiento de forma menos traumática, gracias al compromiso y amor de muchas personas», señaló a Publimetro, Arie Rezepka, Presidente de la Fundación Vivir + Feliz, Artífices de TROI.
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Conversamos también con la doctora Julia Palma, académica de la Universidad de Chile y jefa del Programa de Trasplante de Médula Osea del Hospital Calvo Mackenna. La doctora Palma, por su trabajo, ha observado de cerca el trabajo y los efectos que las terapias complementarias de «Troi» tienen en sus pacientes. Para la profesional de la salud, este apoyo es un aporte gigantesco para poder realizar los otros tratamientos como operaciones, quimioterapia y otros tratamientos farmacológicos. «Los niños tienen más energía, les vuelve la sonrisa al rostro, tienen ganas de seguir adelante. (…)Esto no solo los beneficia a ellos, si no que a los padres también y a todo su círculo de cuidadores», señaló la doctora, agregando que es vital el rol que juega el entorno de los niños en su recuperación, como por ejemplo, contar con un sano entorno familiar.
Considerando tanto el relato de Stefanie Fleddermann, como el de la doctora Julia Palma, ambas especialistas concuerdan en que los principales beneficios de las terapias complementarias como la musicoterapia, arteterapia y risoterapia que otorga el centro «Troi» son la estimulación psicomotora, estimulación para seguir con el tratamiento, beneficios emocionales, alivio y atenuación del dolor, mejoras en psicomotricidad, distracción de la situación que están atravesando, entre otras.
La doctora Palma destacó además que desde el hospital tienen una especial preocupación por acompañar al niño en tratamiento ya sus familiares, por lo que cuentan con una escuela hospitalaria (para que no interrumpan sus estudios), además de programas de acompañamiento y talleres para los padres. «Los tratamientos de pediatría son una triada. No se trata solo de una relación medico paciente, si no que se involucra a los padres y cuidadores», agregó la médico especialista. «El trabajo de Troi y los espacios que ponen a disposición de los niños y sus familias, facilitan todo el proceso. Y sobre todo, que los niños tengan más fuerza para seguir adelante«, señaló la profesional.