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Alejandro Guillier: “Hubo mala fe al inventar las AFP”

Luego de recibir múltiples ataques por una presunta indefinición programática, este jueves el senador Alejandro Guillier dio a conocer los primeros lineamientos de su candidatura presidencial. Más allá de la propuesta formal sobre energía, el senador por Antofagasta ahondó en conversación con Publimetro sobre las necesidad que existe de virar el rumbo del país, el escenario al interior de la Nueva Mayoría y sus diferencias con la clase política tradicional. “No va a llegar la sangre al río, van a haber primarias”, aseguró.

-Tras meses de críticas por una supuesta falta de ideas, hoy presentó sus primeras propuestas programáticas ¿ya era hora de entregar certezas? 

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Es necesario formalizar ideas porque en estas elecciones, a diferencia de las anteriores, ya está la convicción instalada de que Chile agotó el modelo primario exportador. Si alguien no entendió eso, no entiende nada. No podemos seguir desarrollándonos sobre la base a commodities. Además, eso está estrangulando la economía. Se tiene que diversificar la capacidad económica, agregar valor e ir hacia la industrialización. Se tienen que hacer fuertes inversiones en ciertas áreas estratégicas, como la minería.

-El ex presidente Sebastián Piñera se comprometió a duplicar el crecimiento en un posible gobierno ¿puede prometer algo similar?

Yo puedo decir que voy a triplicar para ganarle, el tema es qué vamos a hacer y eso te dirá si puedes o no. Por ejemplo, tenemos la posibilidad de acortar los plazos en el cambio de la matriz productiva energética, vamos a ir o no a la cadena de valor y producir cobre fino. Esos son los objetivos nuestros y de esa manera se reactivará la economía.

-¿Considera factible reducir la jornada laboral de 45 a 40 horas semanales?

La productividad no tiene que ver con la duración de la jornada laboral. Hoy se maneja con otros criterios. Eso de creer que mientras más horas estás en el trabajo más productivo eres, no es necesariamente así. La propuesta es una idea más plausible de lo que parece, pero debe estar asociada a muchas otras cosas. Pero depende cómo y en qué contexto de desarrollo económico.

«Mi objetivo es ser un aporte en la renovación de la centro-izquierda».

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-¿Pero apoyará el proyecto de la diputada Camila Vallejo?

Es interesante porque nos va a llevar a discutir en qué reside la productividad del trabajo. Para los países que hacen uso de una economía exportadora basada en altas tecnologías, el criterio no se mide en hora. En la minería existe el sistema 4×3. Eso es más de lo que propone la diputada Camila Vallejo.

-¿Con usted en la presidencia se acaba el sistema de AFP?

En eso estamos todos de acuerdo. El sistema fue desde un comienzo un discurso falso porque no era viable. Hubo una mala fe al inventarlo porque querían crear un fondo de ahorro para generar un mercado de capitales en Chile. Lo tiraron sabiendo que fracasaría. Tienes que ir a un sistema que debe tener componente de esfuerzo personal, además de un componente mixto, aporte del empleador y del Estado, a eso sumarle una política redistributiva.

-¿Acabaría con cualquier porcentaje de ahorro a través de los fondo de pensiones?

Eso se está conversando ahora. Seguramente sacaremos una posición conjunta como Nueva Mayoría. El Ministerio de Hacienda está trabajando un proyecto, lo hemos conversado y seguido, y se está abriendo un debate acerca de desaparecer las AFP o rearticular todo, pero al lado de un banco de administración de fondos previsionales, al estilo canadiense.

-¿Hasta que porcentaje debe ascender el aporte?

Hasta un 20%. Ningún país del mundo tiene buenas pensiones con cifras inferiores a esa. Además, eso esta relacionado a crecimiento, mejoramiento de la productividad, más estabilidad laboral y más capacidad negociadora de los trabajadores.

-¿Qué le parecen las críticas en su contra por señalar que hay un grupo de privilegiados que han bloqueado el desarrollo del país?

Les cabe duda o estoy muy equivocado.

-El ministro de Hacienda dijo que era una caricatura de su parte. 

Lo hizo para salir del paso, pero fue suavecito. Porque si te fijas, en los países extractivistas, que viven de dos o tres riquezas básicas, se genera una forma de dominio político que impide que se transite a sociedades más inclusivas. Ejemplo, matriz energética. En Chile teníamos una energía cara y peligrosa porque vivía cayéndose el sistema. Pero por qué no se avanzaba, por el dominio de los grupos económicos. En los últimos tres años se quebró la muñeca a esas empresas que tenían el monopolio en la generación y distribución.

-Asumo que su mirada va más allá del sector energía.

Tienes que buscar cómo quiebras la oposición a la movilización del país que presentan los grupos que hoy tienen controlado el sistema. Chile es un país que tiene tres grupos económicos en cada área. Tres cadenas de farmacias, tres grandes supermercados, tres grandes laboratorios, todo de a tres. Y una vez controlan el mercado comienzan a manejarlo e impiden que entren nuevos actores. Entonces, yo haría puro capitalismo. Cómo abres el mercado a nuevos actores para generar más competencia y cómo les das una proyección más estratégica a largo plazo. En los mercados de verdad, no de colusión como ocurre acá, operan sobre la base de la economía que existe, pero producen por sí solos o cambias de modelo económico. Ahí necesitas las políticas públicas y un Estado de largo plazo, porque nadie se va a atrever a invertir si no se crea institucionalidad.

-Los hechos también han demostrado un control del poder económico sobre la política. 

Cuando tienes una matriz productiva extractivista, el sistema político se asocia a los grupos que controlan esa economía. Entonces, abrir el país a nuevos proveedores es cambiar la estructura de poder. Si se democratiza la economía, comienza a democratizarse el sistema político y empiezan a perder parcelas de poder.

«Tenemos liderazgos nuevos que van creciendo y otros más antiguos que van decayendo».

-¿Continuará avanzando con la gratuidad universal en educación superior?

Hay un problema de plata, pero hay un compromiso de avanzar hacia la gratuidad. Me parece perfectamente razonable. Yo creo que en la mayoría de los países del mundo la educación es un derecho y la educación pública te cubre hasta el 80% de las necesidades de los países. No te genera una discriminación que no sea el talento, el esfuerzo o la vocación. Esa aspiración de Chile si es posible.

En salud se necesita un avance similar. Necesitas otro sistema de seguro, que tenga un plan básico común y donde la diferencia sean los servicios complementarios o la hotelería. Así ya tiene otro sentido el aporte privado. Pero no puedes hacer diferencia entre dos niños.

-¿En su programa habrá propuestas que avancen hacia eso?

Todos estos son logros y avances que están asociados al crecimiento del país. Por eso debemos tener un crecimiento sólido y sustentable. La educación va a avanzar hacia la gratuidad y tendremos recursos en la medida que crezcamos. Podemos amarrar el compromiso del crecimiento a educación, ciencia y tecnología. No sólo educar más año, sino incluir otros componentes al sistema educativo chileno. Tiene que haber un salto en la manera en cómo se educa.

-Ha existido oposición hacia su candidatura desde sectores de la Nueva Mayoría y el Gobierno ¿se ha sentido menospreciado?

Esto no es personal. Pero hay ciertas elites que han manejado la economía, otros que han manejado el poder político, son familias y tradiciones. De repente, aparece alguien que no es de ese mundo, les incomoda y genera desconfianza. Ellos tienen cierto status de entendimiento, vínculos familiares incluso entre posiciones políticas distintas. Lo mismo ocurre en los negocios. Esa troika ve con desconfianza cuando entra gente que no pertenece al establishment.

«La DC no va a ir sola contra dos megabloques».

-¿Y eso ocurre al interior de la Nueva Mayoría?

Es evidente. Alguna duda cabe.

-Ha debido dar explicaciones tras declarar contra el Gobierno ¿está prisionero del mal manejo de La Moneda?

El problema no es el Ejecutivo, es ofrecerle a Chile una solución a los problemas. No voy a juzgar lo que hace el gobierno.

-Pero los ha responsabilizado de su freno en las encuestas. 

Tuvo un mal manejo en el verano, pero se ha recuperado últimamente.

-Sin embargo, lo cuestionan cuando sale a atacar e incluso los propios ministros le responden y después usted se ha desdicho. 

Mi ánimo no es andar peleando con el gobierno ni con nadie. He dicho cosas de sentido común que la prensa ha presentado como si fuera un ataque. Estaba dando una charla con un equipo de trabajo, diciéndoles que los cambios que se han hecho fueron en la superestructura y dijeron que era un ataque a la presidenta Bachelet. Porque va a ser un ataque que las reformas no llegan a los colegios, eso no es un ataque, es una constatación de hecho. Hay una manipulación evidente. Me llama la atención la capacidad que tienen los medios conservadores en Chile para poner la agenda y hacer que todos repitan, eso es notable.

-¿Cuál importante es ser proclamado por el Partido Socialista?

Yo ya estoy proclamado y estoy en carrera. Mi objetivo es ser un verdadero aporte en la discusión de un programa de renovación de la centro-izquierda. Recuperar el sentido de las propuestas del mundo reformistas, ponerlas al día. Eso se facilita en una primaria. No es tan importante quien gana, sea Ricardo Lagos o Carolina Goic, voy a ir allá. Pero tengo que hacer una contribución efectivamente al contenido.

-Desde la DC no ven con la misma óptica la designación del candidato, amenazan con ir a primaria si el PS lo designa.

Hay que sincerar lo que está en juego, el problema no es el programa ni la candidatura presidencial, es como los partidos llegan a una buena negociación parlamentaria. El problema de los partidos es como desbloquean para llegar a una buena negociación. Todo lo otro es fuego artificial. Esa es la clave para los partidos, no perder posición.

-¿Entonces bajo su óptica no corre riesgo la Nueva Mayoría?

No va a llegar la sangre al río, van a haber primarias. Y se va a llegar a acuerdo. Cómo va a ir por fuera la DC, cuántos diputados perderían. La DC no va a ir sola contra dos megabloques.

-¿Entonces considera que de vencer todos los partidos se cuadrarían con usted? 

Estoy seguro que la DC se cuadraría con mi programa. La vez anterior se cometió un error. Había una candidata tan segura y tan fuerte que la discusión programática pasó a quinto plano. El país necesita ahora esa discusión ,  eso lo sabe la derecha, el Frente Amplio y nosotros. Por eso las primarias son importantes. Necesitamos renovar nuestro discurso, ponerlo al día. Eso requiere maduración, más acuerdo, negociación, no sólo con los partidos sino con la ciudadanía.

-Pero se asume la desconfianza que siente la ciudadanía con la clase política ¿plantea un recambio no sólo de formas, sino también de personas?

La gobernanza del siglo XIX y, particularmente los últimos 27 años, se caracterizó por una gobernanza dentro de las elites. Hay que devolverle la democracia a la gente. Y eso no es un peligro para nadie. Hay que recurrir a los mejores y en Chile hay muy buenos técnicos, aunque no los suficientes. En el mundo independiente hay muchísima gente buena, y los partidos no deben mirarlos con desconfianza. Mejor que hagan su trabajo y los atraigan.

-¿Qué le parece la agresión en contra del ministro de Hacienda?

Debemos tener cuidado que no se pierda el respeto entre las personas. Eso ocurrió en los setenta, la gente se comenzó a maltratar a descalificar y la prensa se puso cada vez más ácida. Hay que ser cuidadosos de no alentar este tipo de demostraciones. No porque hizo lo que no quieres lo vas a lapidar.

-¿Cómo explica que actualmente hayan dos candidatos presidenciales provenientes del periodismo?

La búsqueda de liderazgos distintos al mundo político, al establishment. La gente busca líderes por confianza, gente en la cual creer, que hará lo que dice, que sea honesta, que sepa lo que pasa en la sociedad. La gente cree que la clase política está muy alejada. Derivaron mucho en elites cerradas, y a mí no me dejan entrar. Nadie puede decir que no me conocían, pero es muy difícil entrar en esos grupos. Ese mundo no tiene nada que ver con el Siglo XXI, es mucho más de redes, horizontal. La cultura de los jóvenes es así, debes generar estructuras horizontales.

-¿Por sus palabras deduzco que es partidario de la asamblea constituyente?

No me cierro, pero tiene que ser con participación ciudadana y plebiscitada. Otra opción es empoderar al Congreso, lo eliges con el objetivo de hacer una nueva Constitución. Ahora, me temo que la derecha no quiere dar ninguna pasada y vamos a chocar con los quórum. Eso va a tener un efecto y la gente va a tener que seguir presionando para generar una Constitución nueva y participativa. Necesitamos una Constitución del Siglo XXI, déjense de cuentos.

-¿Cómo explica que Sebastián Piñera lidere las encuestas?

La derecha está más ordenada. Nosotros estamos en construcción, con liderazgos nuevos que van creciendo y otros más antiguos que van decayendo. Meses atrás no aparecía ni en la tapa final de los diarios. Pero nos pillan en pleno proceso de renovación, ojalá no se frustren y en la Nueva Mayoría vean a estos nuevos liderazgos como enemigos mortales, así nos quedamos sin posibilidad de renovar.

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