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La violencia de género es un tema ampliamente debatido en la sociedad chilena, sin embargo, y aunque un gran porcentaje está de acuerdo con que este tipo de conductas debe eliminarse aún existe cierto desconocimiento, o más bien aceptación social, de los abusos que ocurren en el espacio público. Es por eso que el Instituto Nacional de la Juventud (Injuv), en conjunto con el Observatorio Contra el Acoso Callejero (Ocac), elaboraron el primer sondeo sobre “Jóvenes y acoso sexual callejero: opiniones y experiencias sobre violencia de género en el espacio público”, destinado a saber que opinan los jóvenes del país sobre este tipo de prácticas.
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El estudio arrojó que son las mujeres las más afectadas por este tipo de prácticas. En un 68% las jóvenes afirmaron que han sufrido alguna situación en la que una persona desconocida dijo o hizo algún acto con connotación sexual a nivel público. En el caso de los hombres uno de cada cuatro afirma haber sido víctima, y si bien la cifra es considerablemente menor, no deja de sorprender que el 51% de los jóvenes entre 15 y 29 años, reconociera haber sufrido acercamientos íntimos.
Sobre los espacios donde se cometen más actos de acoso, las jóvenes plantean que es la calle donde se registran en mayor cantidad este tipo de conductas. En el caso de los jóvenes, la mayor cantidad de casos ocurren a bordo del transporte público.
La encuesta también reveló, que el sexo del acosador incide en la percepción de vulnerabilidad de la víctima. Si el victimario es hombre las reacciones más comunes son de incomodidad, tanto para hombres como para mujeres, incluso en el caso de estas últimas, se suman sensaciones de rabia y miedo. En cambio, si la victimaria es mujer, el 60% de los hombres manifestó sentir alegría o risa. Esta cifra revela que el espacio público se vive de forma diferente de acuerdo al sexo de la persona, es decir, que la sensación de inseguridad de la mujer en lugares públicos, crece porque percibe la posibilidad de ser acosada o violada como algo real. Asimismo, cuando un hombre es violentado sexualmente por una mujer, es presionado a reaccionar como si fuera una situación normal y hasta agradable o de halago.
“Estamos preocupados”
Ante los resultados de la encuesta, el Director Nacional de Injuv, Nicolás Preuss, manifestó que existe un grado de preocupación, por que aun son aceptadas culturalmente acciones que en definitiva son formas de violencia. “Como Instituto Nacional de la Juventud, estamos preocupados por las cifras arrojadas en este estudio, ya que el acoso callejero es también una forma de violencia de género en lo que concierne principalmente a las mujeres. Creemos importante promover el respeto en todo ámbito de acción y esta campaña es un aporte para sensibilizar sobre el respeto al espacio privado de una persona, el cual comienza en las calles pero también en el diario vivir”.
Por su parte, María Francisca Valenzuela, presidenta de Ocac Chile, valoró este tipo de estrategias, sobre todo porque trabajar con el Injuv es dar un paso para acercarse al grupo que estadísticamente es el más afectado por este tipo de violencia. “Es fundamental generar campañas de sensibilización e información sobre este problema, es una meta que como organización buscamos alcanzar de la mejor forma posible. Esperamos lograr mayor cercanía y continuar entregando la información y apoyo necesario para seguir con nuestro trabajo contra el acoso sexual callejero y las desigualdades de género”.
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Proyecto de Ley contra el acoso
Actualmente la Comisión de Seguridad Ciudadana de la Cámara de Diputados se encuentra revisando el proyecto de ley que que modifica el Código Penal para tipificar el acoso sexual callejero y que apliica sanciones con penas de cárcel y multas a quienes cometan estos actos. Una de las parlamentarias promotoras de la iniciativa, Marcela Sabat (RN), destaca que se esté avanzando en esta línea porque “este proyecto cubre el vacío que hoy día existe porque no hay una tipificación del delito propiamente tal y por lo tanto no existe tampoco la herramienta de denuncia”.
Además, Sabat sentencia que existe la necesidad de avanzar en esta materia porque en definitiva el acoso sexual callejero “es un flagelo en el cual no habíamos reparado y el que afecta todos los días en su conjunto a distintos grupos etéreos, niños, niñas, adolescentes y mujeres”. La diputada se toma la iniciativa de forma personal también, pues reconoce que en su adolescencia también fue víctima de acoso. “Uno vuelve a revivir la angustia, por eso me tomo tan a pecho este proyecto y por eso a lo mejor también da rabia escuchar a personas que hablan de este proyecto con tanta liviandad, de creer que en verdad esto no afecta o que son tonteras que no tienen prioridad. Obviamente que hay muchas cosas que en este país necesitan ser legisladas con mayor prontitud, pero este no deja de ser un problema fuerte y creo que yo puedo hablarlo con bastante autoridad porque lo sufrí cuando era niña”, concluye.
