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Nadie se explica la reacción que tuvo el oftalmólogo Carlos Schiappacasse en un ascensor en Viña del Mar. Se disculpó, dijo que fue un error y que tuvo una conducta torpe. Pero los usuarios de las redes sociales no tuvieron piedad con él cuando se difundió un video, registrado por las cámaras de seguridad de su edificio, que lo mostraba tomando a una perra lazarilla y arrojándola fuera del ascensor, y empujando a la asesora del hogar que la llevaba.
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En entrevista con el diario La Tercera, el médico, que ha visto decaer considerablemente el número de pacientes en su consulta cuenta cómo está rearmándose tras el violento episodio que incluso llevó a que el Sename anunciara una investigación para ver la situación sicológica de las hijas del oftalmólogo. “Se me apretó el estómago, me descompensé. Cuando volvimos una de mis hijas me contó que vio el video”, contó Schiappacasse al matutino.
El viñamarino aseguró que tras el incidente, en un sólo segundo destruyó la carrera que le costó 20 años construir. “El primer martes que volví a trabajar tenía un 80% de las consultas canceladas, incluso cirugías Auge. El linchamiento virtual no es menos doloroso que el legal, porque mi actitud pasó a ser más importante que lo profesional. Espero que de a poco pueda revertirlo. Estoy trabajando en eso. Tengo sensibilidad social, sólo que tengo que manejar la impulsividad, pero no soy una mala persona”, afirmó.
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