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Había un espía ruso en Chile. Así al menos lo cree el Consejo de Defensa del Estado que este lunes ingresó al 11º Juzgado de Garantía una querella en contra de quienes resulten responsables por la falsificación de una cédula que se le entregó a un ciudadano ruso que resultó ser un agente de inteligencia. Su nombre era Alexey Ivanov y este es su caso.
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Todo comenzó en 2006, cuando Alexey Ivanov llegó a nuestro país, según indica un artículo de The Clinic. Estando aquí gestionó la emisión de un carné de identidad, usando dos testigos falsos y convenciendo a alguien del Registro Civil que inscribiera en el documento un dato ficticio dato: nacido en Chile el 4 de mayo de 1978. Acá tuvo una relación de pareja con una abogada, vivió en Providencia y la Inteligencia de Policía Internacional indica que hasta quiso hacer una empresa con el hijo de un ex presidente, no precisando el nombre del chileno.
Pero en 2010 todo cambió. La FBI descubrió una red internacional de espías. Entre ellos, estaba Alexey. Como obtuvo carné chileno, le era fácil moverse entre nuestro país y Uruguay, donde tenían una red de contactos. Pero cuando su nombre fue descubierto, Ivanov viajó a Buenos Aires y de él ya no se sabe nada más. Se conoce que tuvo contacto con otra espía rusa, llamada Olga Ivanova, que también pasó por Chile tras aprender español en Cuba y sería todo.
La Fiscalía iniciará una investigación para conocer quién es el responsable de emitir la cédula de identidad fraudulenta. Hasta el momento, la Fiscalía pretende que se formalice a Patricio Arenas, uno de los funcionarios del Registro Civil sospechoso de estar involucrado en el caso. Pero la audiencia recién tiene fecha para septiembre de este año.
