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A doce días del 21 de febrero, cuando se cumple el aniversario número siete del asesinato de Jaime Fernando Oliva por parte de Gerardo Rocha, el fundador de la Universidad Santo Tomás, este caso vuelve despertar el interés nacional tras la reciente publicación del libro “El empresario que enloqueció de amor” del periodista Benedicto Castillo.
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Lanzado a la venta en diciembre de 2014, las páginas de esta obra revelan detalles de la muerte del martillero público Jaime Fernando Oliva, quien fue asesinado por Rocha a modo de venganza por una supuesta relación amorosa entre éste y la propia esposa del empresario, Verónica Espinoza.
Para entregar detalles de su obra, Benedicto Castillo fue invitado a diferentes programas de televisión y uno de ellos fue el matinal Bienvenidos de Canal 13. Ahí dijo que Jaime Oliva organizaba fiestas en la que participaban mujeres y en más de una habría asistido Verónica Espinoza. Sugirió además que algunos de los invitados mantenían relaciones sexuales con las presentes. Finalmente, dijo que uno de los participantes de esas fiestas era el abogado Aldo Duque.
“Nunca he estado en esas fiestas”, dice enérgicamente el aludido a Publimetro. “Tiene bastante imaginación el autor de ese libro”, añade Aldo Duque, abogado y amigo del fallecido Jaime Fernando Oliva.
“No fue así como dice. Yo fui muy amigo de Fernando (Oliva) y acostumbraba a juntarme con él en un café que era de su propiedad que se llama VIP Contact, ubicado en Morandé con Compañía, muy cerca del Conservador de Bienes Raíces”, agrega Duque.
“En ese café no iba solo yo, iban jueces, abogados, personal de la corte, gente de negocios, pero siempre íbamos de día y no eran fiestas”, aclara Duque.
De hecho, añade que la época en la que asistía a ese café era “en la década de los ochenta, entre 1987, 1988, por ahí. En aquel entonces ni siquiera existían los café con piernas, para que te quede claro que era un lugar común y corriente donde iba cualquier persona a tomar café”, agrega el jurista.
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De hecho, cree que el autor lo vinculó a esas supuestas fiestas “como una licencia literaria” y dice que no tomará acciones legales en su contra. Por otra parte, en Publimetro hablamos con el autor del libro y este dijo que estaba vacacionando y que quizás podría hablar “más adelante”.
“Gerardo Rocha era un celópata”
Reconociéndose muy amigo de Jaime Fernando Oliva, el abogado Aldo Duque pone las manos al fuego por él, negando que el martillero público haya violado o que haya mantenido alguna relación amorosa con Verónica Espinoza, la esposa de Gerardo Rocha.
“¿Cómo Fernando la iba a violar? Eso jamás. Fernando tenía a su mujer y la quería mucho, era muy alegre, de mucha vida social. Tenía sus buenos años y no estaba para andar con jovencitas”, indica.
– ¿Por qué cree entonces que a Gerardo Rocha le nació un celo tan profundo por Fernando Oliva?
– Porque era un enfermo. Gerardo Rocha era un enfermo celópata y estaba mal de la cabeza. Por eso actuó como lo hizo y terminó muriendo producto de sus decisiones.
– ¿Cómo reaccionó usted cuando se enteró de la muerte de Fernando Oliva?
– Me dolió mucho porque fuimos muy amigos. De hecho, yo tuve un momento bastante complicado porque después me ligué al caso muy de cerca, al ser contratado como abogado defensor de Dante Yutronic.
Cabe señalar que este era el dueño de “La Casa del Espía” y Gerardo Rocha le pagó para seguir a su esposa Verónica Espinoza para descubrir una supuesta relación entre ella y el martillero público.
– Estamos muy cerca de un nuevo aniversario de la muerte de Oliva. ¿Irá a verlo al cementerio?
– Sí, por su puesto, siempre vamos. Cuando se acerca una fecha como esta siempre realizamos algo para recordar a Fernando.