La ordenanza municipal que ha impuesto la alcaldesa de Providencia, Josefa Errázuriz, tiene a un alto porcentaje de vecinos y locatarios en verdadero pie de guerra con la administración de la edil (VER NOTA).
El concejal de Providencia, Jaime Parada, se mostró muy indignado por las pancartas que utilizaron los cerca de 500 manifestantes, según cifras de los organizadores, en el frontis de la municipalidad, que comparaban la figura de la alcaldesa Josefa Errázuriz con el dictador Augusto Pinochet, y otro donde se señalaba que el “Fausto (local nocturno homosexual) funcionaba en horario normal”, en relación a la condición sexual del concejal.
Al respecto, Parada señaló que los “comerciantes de Providencia han mostrado lo que son: gente agresiva, que no sabe argumentar”, agregando que “esto les genera un daño más que lo que los beneficia”.
El concejal señala que se ha mostrado abierto al diálogo, pero que “si realmente quieren que hayan avances y nos sentemos a conversar, llamo a los empresarios de los locales a que cambien las vocerías y los interlocutores. Porque el señor Fernando Bórquez de Passapoga, y todos aquellos que llevan carteles ridículos y denigrantes contra las personas, lo único que hacen es generar rechazo”.
Por su parte, el dueño del local La Boheme, Leo Sepúlveda, señala que “el concejal Parada tiene un discurso para la prensa y otro para nosotros. Yo la semana pasada traté de ingresar a conversar con él a la municipalidad y me sacó con los guardias”.
Pero más allá de sus diferencias con el concejal, Sepúlveda señala que “el respeto parte por las autoridades. Son ellos los que tienen la responsabilidad de dialogar y no lo están haciendo. Nosotros estamos dispuestos, hemos mandado cartas con propuestas y no hemos tenido respuesta”.
Respecto del tema de las imágenes en las pancartas, señala que no avala la situación, pero que los entiende porque “los trabajadores están desesperados. Y en una masa de tanta gente nosotros no podemos regular lo que se dice y lo que no”.
El locatario finaliza acotando que “nosotros además de estar en desacuerdo con la medida estamos en desacuerdo con cómo fue hecha. Esto porque no nos invitaron y se manejaron cifras que no eran reales. Hoy tenemos un 60% menos de utilidades, hemos despedido gente y tendremos que seguir haciéndolo”.