Era 2007 y el desaparecido programa Caiga Quien Caiga (CQC) estaba siguiendo a Iván Zamorano en un evento en el que fomentaba el deporte en las poblaciones. Pedro Muñoz Muñoz andaba vendiendo globos y, al encontrarse con las cámaras de TV, quiso mandarle un saludo a sus amigos del barrio. “A la Pincoya por CQC, del Chipamogli“, dijo, pero el notero Ítalo Franzani no lo entendió. “Dímelo lento, para que la cámara lo capte” y el vendedor ambulante, obediente, repitió “Chi – pa – mogli”.
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De ahí en adelante, la popularidad de este apodo trascendió los límites de la población La Pincoya de Huechuraba, llegando incluso a ser usado en todo el país. Y el arquero de la Universidad de Chile, Johnny Herrera lo confirmó al comentar, tras el clásico, que Felipe Flores es un “Chipamogli”.
¿Qué es eso? “Es un apodo que hay que verlo en su conjunto”, dice Patricio Abarca, experto en letras hispánicas de la Facultad de Educación de la Universidad Mayor, “pues para entenderlo hay que recordar a Mowgli, el niño de ‘El Libro de la Selva‘. Y el ‘Chipa’ viene de ‘qué pasa"”, agrega el especialista.
Para el experto, esta situación no es rara, sobre todo debido a la calidad de mutable del lenguaje. “Un ejemplo de ello es la palabra ‘altiro’, actualmente reconocida por la RAE. Esta es un concepto completo, que significa ‘hacer algo tan rápido como un tiro’. Hoy, la palabra que une la contracción ‘al’ y ‘tiro’ está totalmente validada”, agrega.
Por su parte, Paul Vásquez, miembro del dúo Dinamita Show reconoce que no sabía nada del origen de este término. “Fíjate que no tengo idea de dónde viene Chipamogli”, dice “El Flaco“, el mismo que hizo reír a miles de chilenos con sus 4 presentaciones en el Festival de Viña usando precisamente el “quipá” en sus rutinas.
“¡Ah, ya! ¿Qué pasa mono, qué pasa Mogli? ¡Eso significa Chipamogli!”, dice luego de escuchar la explicación que le entrega Publimetro al término. “Entonces el señor Johnny Herrera es el menos indicado para andar diciéndole a la gente que es Chipamogli”, agrega el colocolino hasta los zapatos; esos mismos cuya mamá se los compró.
¿Y cómo estuvo el desayuno, Flaco?
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Yo no le eché azúcar al té y quedó relajante igual. También me comí una marraqueta del viernes, que pucha que estaba crujiente.
¿Te gustó el Superclásico?
No lo vi, porque mi cábala es no verlo, pero sí me enteré de todo. Lo único malo, como siempre, es el plan Estadio Seguro que otra vez dio la hora.
Y en eso “El Flaco” parece tener razón. Pues aunque se registraron 87 detenciones en el Monumental, de todas formas hubo asistentes que se comportaron como verdaderos “Chipamoglis”. Varios “quipá” le dieron trabajo a Carabineros, pues combos iban y combos venían. Los oficiales, por su propia seguridad, asistieron al estadio con cascos. Cascos, no “cascodrilos”.
