Miguel Tapia: "Los Prisioneros le teníamos envidia a Soda Stereo"

Mucho se ha comentado desde los años 80 acerca de la rivalidad entre Los Prisioneros y Soda Stereo, dos bandas que compartieron época pero que representaron estilos totalmente diferentes. Tan así que en aquella época eran como dos bandos opuestos, y para los fans la pertenecencia a una o la otra definía la tendencia política.

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Es por eso que en su momento, consultados al respecto, Los Prisioneros opinaron que Soda Stereo era “la banda de Pinochet”, y Claudio Narea dijo una vez que eran “un grupo argentino con peinados raros que sólo saben cantarle canciones a las telarañas o cosas así”.

Algo así es lo que recuerda Miguel Tapia, baterista de la banda chilena. “Es que eran una tremenda banda que sonaba muy bien, tenían mucho talento, los seguían todas las chicas y tenían el apoyo de todos los medios de comunicación de derecha. Siempre los medios hablaban de lo bien que les iba a ellos en Chile y no decían nada de nosotros. Para nosotros ellos eran privilegiados, les abrían todas las puertas”, dice Tapia sobre la rivalidad con los argentinos.

“Era sin duda mala onda, los envidiábamos por todo lo que tenían, y yo no creo en la envidia sana. Aunque nosotros teníamos a Jorge González, ellos tenían la facha y la onda que nos chocaba mucho. Incluso las radios los hacían competir con nosotros. Pero además éramos muy chicos en esa época, teníamos cinco años menos que ellos”, reconoce Tapia.

Y eso aunque nunca los conoció en persona, salvo una vez en 1984 en que, mientras trabajaba vendiendo discos en la disquería Fusión, los vio entrar, sin hablarles. “Eran argentinos vestidos de negro. No me parecieron especialmente arrogantes, seguramente era su primera vez en Chile, aunque en Argentina ya deben haber sido estrellas”, dice Tapia.

Todo eso, obviamente, se superó después. “En los 90 se fue esa rabia, aprendí a descubrir la música de Soda Stereo por otro lado, por ejemplo me gusta mucho el disco ‘Dínamo’. Y reconozco que, aunque nosotros fuimos una banda grande, ellos barrieron en toda América. Pero no soy fan de Soda Stereo, y no creo ser el único chileno que no lo es”, dice el músico.

Para Miguel, la muerte de Gustavo Cerati fue una noticia triste, sin duda, y una gran pérdida. Pero no una sorpresa. “Yo nunca pensé que se fuera a recuperar. Creo que si hubiese sido una muerte sorpresiva sí habría sido heavy. Recuerdo cuando murió John Lennon, yo era muy chico, y me dio una pena profunda”, dice.

Francisco Ormazábal / Publimetro

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