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Ricardo Arjona es uno de los cantautores más emblemáticos de Latinoamérica. Su trabajo ha impactado durante más de 20 años por el contenido de sus letras, que oscilan entre lo poético y crítico. Pero así como lo odian, también lo aman. Vean por qué este cantante ha sido tan polémico, y las razones por las que lo critican, y una defensa a lo que hace.
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1.Su escritura es pretenciosa y barata
Se han organizado marchas por Facebook contra sus letras. Laura Martínez, bloguera consultada por la NBC afirmó que “trata de ser como Joaquín Sabina (complejo y profundo), pero no lo logra”. Por su parte, Claudio Remeseira afirmó para el mismo medio de comunicación que sus canciones parecen jingles “Cuando escuchas ‘señora, no le quite años a la vida, póngale años a la vida que es mejor’, la condición pavloviana crea un aviso en la mente: ‘Neutrógena, la mejor manera de mantenerte joven’ o algo así”, afirma.
En su defensa, Pablito Wilson, autor argentino y experto en música radicado en Colombia, afirma que su arma es la cotidianidad. “Mucha gente no ve la belleza en lo simple (…) su arma es la cotidianeidad, de la misma forma que lo es para Sabina, pero lo hace de otra forma. Una cosa son los sencillos de radio y otras las canciones en general, hay que entender los álbums para entender todo Arjona. De igual modo, sus frases deben entenderse en el contexto en que la canción fue creada”, afirma. “Eso sí, a veces satura sus canciones de situaciones, lo que las hace poco creíbles, como en ‘Historia de un Taxi’”, acota.
2. Plagia a Joaquín Sabina
Se acusa a Arjona de imitar el estilo del famoso cantautor, y de querer ser como este, pero sin su crudeza y sordidez. De igual manera, de plagiarlo. “Eso no es cierto”, afirma Pablito Wilson. “Hay canciones que Arjona grabó en demos, pero que se tombaban como versiones de los discos oficiales, desde luego que tardías a las de Sabina”, explica.
3.Algunas frases suyas que pasan por geniales también pueden ser estúpidas
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De Arjona se burlan mucho por las frases que son más recordadas de sus canciones (“Dime que no”, por ejemplo), o la de la canción “El Problema”, en la que dice “cómo guardar en la alacena los besos que no me diste”. Cursilería y falta de creatividad son los adjetivos más comunes dentro de estas críticas.
“Lo que no sabe la gente es que Arjona pone códigos en sus canciones, que las conectan con canciones viejas. De ahí viene una frase tan aparentemente ridícula como “como guardar en la alacena los besos que no me diste”. Es simplemente una frase que conecta con otra canción, con ‘Realmente estoy tan solo, donde se explica la ausencia”. En “Dime que no”, su mensaje es más claro. Solo le pide a la chica una respuesta, pero si lo analizas tan solo así (la frase como tal) la gente se va a burlar y se ha burlado”, añadió.
4.Para hacer lo que hace es un tipo sobrevalorado
Marcelo Brunet, en el portal ‘El Pillín’, de Chile, resumió su éxito de la siguiente manera: “ Supo darse cuenta que el secreto de su éxito estaba en segmentarse en un ámbito determinado, donde es un maestro… captar lo más bajo de la mujer y hacer de eso un sucio y barato negocio. El punto es que, desde ahí, para ellas, Arjona es un tipo muy audaz y jugado, que “las entiende”. Las pobres no advierten que es un adulador, un grupiento”, afirma.
“Es poeta quizás en el sentido más contemporáneo del término. Algo así como llamar poeta a un hombre que va por la calle recitando”, afirma Pablito Wilson. Pero bien o mal, se vende, ya que, cita el experto “hay un periodista argentino que dice que no hay que subestimar a quien está arriba. Porque sea bien o mal, con moral o sin ella, algo hace que lo pone allá”. Quizás este exprofesor de literatura sabe cómo llenar estadios vendiendo la imagen de romántico poeta para las mujeres. Quizás con otros métodos. Pero sabe vender.
5.Es un cretino
Si bien se vende como el poeta que las mujeres adoran, Arjona no es tampoco un santo. Su divorcio de Leslie Torres estuvo salpicado de escándalos de drogadicción y violencia doméstica. “’Santo Pecado’ se realizó en esa época, y la canción del mismo álbum es una de las mejores muestras de su trabajo. No se puede juzgar el trabajo del artista y la vida del artista solo por un aspecto”, remata Wilson. “Pero muchas veces me pregunto por qué se considera a Sabina un héroe y a Arjona un idiota. Todavía no tengo la respuesta”.
