Si bien desde Washington aún no se ha anunciado una postura oficial respecto a los nuevos asentamientos israelíes en Cisjordania, desde la Casa Blanca sugirieron que las colonias no serían de ayuda para resolver el conflicto.
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«Aunque no creemos que la existencia de asentamientos es un impedimento para la paz, la construcción de nuevos asentamientos o la expansión de los existentes más allá de sus fronteras actuales no serían de ayuda» para alcanzar ese objetivo, afirmó el vocero de la Casa Blanca, Sean Spicer.
La declaración marca un distanciamiento de la postura previa del presidente Donald Trump, quien defendió la construcción de viviendas por parte de Israel.
El gobierno israelí recientemente reveló planes para levantar 3.000 casas en el este de Cisjordania, el cuarto anuncio de este tipo desde que Trump asumió el poder el 20 de enero.
Los expertos sostienen que las nuevas edificaciones amenazan con hacer imposible la solución de los dos estados, uno palestino y otro israelí.
Respuestas desde Israel
Israel restó importancia a las afirmaciones de la Casa Blanca y se da tiempo hasta la reunión prevista entre el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, y el presidente estadounidense, Donald Trump.
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El embajador israelí en la ONU, Danny Danon, aseguró en la radio pública que las declaraciones de la Casa Blanca, la primeras tras la serie de anuncios israelíes, no representaban un giro.
Danon evitó pronunciarse claramente sobre si el gobierno iba a dejar de hacer anuncios de nuevos asentamientos, pero dio a entender que podría suspenderlos hasta la reunión entre Netanyahu y Trump en Washington el 15 de febrero.
Los asentamientos en Cisjordania ocupada y el este de Jerusalén son consideradas ilegales bajo la ley internacional y como obstáculo para la paz, dado que son territorios en los que los palestinos esperan crear su Estado.
