Llega la temporada veraniega y la ocasión suscita para muchos una cita obligada con las playas del litoral central. Y sorpresa, porque en uno de los lugares más demandados por los chilenos, podrás disfrutar del mar, la arena y el sol, sin la presión de volver al auto y encontrar una boleta cuantiosa del parquímetro. Todo eso, gracias al auspicio de una licitación entrampada, y que amenaza con más de una acalorada discusión dentro de la Municipalidad de Viña del Mar.
En concreto, desde el 15 de diciembre se puede estacionar en los sectores costeros de la ciudad jardín sin pagar un peso. ¿El motivo? La licitación de la empresa a cargo de los cobros del parquímetro en las playas, aparte de llegar tarde, fue rechazada por el concejo municipal.
La votación se dio el pasado jueves, en donde siete concejales rechazaron la licitación, dos se abstuvieron y hubo una ausencia. «Se rechazó la propuesta de adjudicación de la concesión anual de parquímetros que se hace del borde costero, y que va desde el 15 de diciembre al 15 de marzo», cuenta a Publimetro el concejal Sandro Puebla. Por tanto, agrega, «hasta la fecha no habrá concesión y los estacionamientos durante el verano serán liberados».
Puebla fue quien lideró la consulta al municipio por la compañía en cuestión -la empresa Tecnova-, haciendo un llamado de atención porque la carta de la alcaldía recién se presentó días antes de que terminara el año. Eso sí, el timing no fue el único problema. «El oferente es el mismo que hace muy poco se ganó otro sector de la ciudad y durante su primer mes no pago toda la renta», dice el concejal.
A eso se suma que el contrato establecía lo que el consejo llamó «condiciones inhumanas» para los trabajadores: turnos semanales por parquímetro de 63 horas, siendo que el límite legal son 57 (45 horas base y 12 extraordinarias).
En esa línea, la concejala Laura Giannici coincidió con los motivos para votar en contra. «La empresa no tenía mucha experiencia, además que en otras comunas aparece con juicios pendientes. También es un llamado de atención para la alcaldía, porque nosotros hemos pedido que todas estas concesiones no pueden presentarse a fines de diciembre. Deberían ser en agosto, para que nos de el tiempo de discutir, pero esto se repite todos los años», señala.
Incertidumbre
La situación castiga especialmente a un municipio que financieramente no vive sus mejores años. Por lo mismo, relata Puebla, le planteó su preocupación al administrador municipal Claudio Boisier antes de la votación del consejo, pero la inquietud no tuvo cabida en alcaldía.
A principios de 2018 eran más de $13 mil millones el déficit presupuestario de la administración de Virginia Reginato, cifra que a pesar de las medidas implementadas durante el año, podrían no contar con los ingresos que generan los parquímetros del borde costero durante el verano. «Ya es un hecho que a partir del 1 de enero no se estará cobrando, o sea que el presupuesto tendrá menos ingresos, a menos de que alarguen la temporada de cobros», señala Giannuci.
Por lo mismo, ayer la alcaldía y su equipo tuvieron una junta sobre la materia, aunque decidieron no referirse al tema ya que, dijeron, durante los próximos días «continuarán las reuniones» en el municipio.
Lo cierto es que la situación seguiría en incertidumbre al menos 12 días más. ¿La razón? El concejo municipal recién se reunirá el próximo martes 8 de enero, instancia en que podrán evaluar el «plan b» de la alcaldía para aceptarlo o no. Eso sí, el consejo dice estar dispuesto a buscar una solución alternativa y rápida.
De todas maneras, dice Puebla, «la principal preocupación no corre por cuenta de los ingresos a las arcas municipales, sino que mantener ordenado el borde costero durante el verano». Ello, pues la gratuidad de los estacionamientos podría traer complicaciones viales inesperadas, además de una menor rotación de vehículos en cada aparcamiento.
«Esta situación ayuda en nada a mantener un ambiente ordenado para recibir a los miles de turistas que llegarán», dicen desde el consejo. Las nuevas condiciones del borde costero incluso podrían significar un cambio en el plan especial que elabora Carabineros durante el verano en Viña del Mar y alrededores. No obstante, las complicaciones viales, recién se verían los primeros días de enero.
Estacionamientos en el litoral central
Viña del Mar y Reñaca no son las únicas comunas que buscan los capitalinos y miles de chilenos para veranear, aunque sí estaban dentro de las más baratas. Hasta el año pasado aparcar en la playa costaba $10 el minuto ($600 la hora), pero en 2019 será gratis, de momento.
El sector más caro del litoral central es Algarrobo: la playa El Canelo o el Canelillo tiene un costo de $25 el minuto, equivalente a $1.500 por hora. Le sigue Zapallar, aunque su formato de cobro no es por minutos, sino que por horas. Los 60 minutos salen $1.000, y el tope diario es de $5.000 por lo que luego de la quinta hora se deja de cobrar.
A partir del 1 de enero, en la Playa Larga de Santo Domingo empezará a regir la nueva tarifa: $18 el minuto ($1.080 hora), además del formato de pegatinas de uso liberado mensual por $30 mil, o 15 tickets en $15 mil. Por su parte, en la Municipalidad de El Quisco el estacionamiento en el borde costero sale $15 el minuto, por lo que una hora en la Playa Los Corsarios sale $900 cada 60 minutos.
En el caso de la Playa Amarilla de Concón, por su parte, funciona la modalidad de propina, ingresos que van a parar al sindicato de trabajadores de la playa.