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Amada por unos, odiada por otros, a sus 29 años de edad, Ximena Sariñana sigue siendo maldecida por ser la culpable de que mataran a “Renata” en la película “Amarte duele” (2002) y hacerle la vida imposible a “Luz Clarita” en la telenovela del mismo nombre. Ahora se dedica a la música, promociona su nuevo material discográfico “No todo lo puedes dar” y seguramente en alguna ocasión han bailado “Mis sentimientos”, la canción en la que participa junto a “Los Ángeles Azules”.
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PUBLIMETRO platicó con Ximena Sariñana sobre el estigma de ser una villana, su emoción de abrir los conciertos del colombiano Juanes, su próxima presentación en Ciudad de México y el “bullying” que ha sufrido en redes sociales.
“No todo lo puedes dar” es su regreso a la música en español, ¿cómo ha recibido el público sus nuevas canciones?
– La verdad es que nos ha ido bastante bien, he estado sumamente sorprendida por la respuesta que han tenido las canciones. Siento que la gente se ha identificado bastante con la música y eso se siente bastante bien.
“Mediocre” marcó su primer disco, “Different” el segundo, ¿cuál podría decir que es la mejor canción de este nuevo disco que la define actualmente?
– Es difícil. Cuando escribes las canciones es una época de la vida y, cuando sacas el disco ya ha pasado suficiente tiempo. Pero en general rescato ciertas frases de canciones como “No vuelvo más, que reflejan cómo he me sentido. Asimismo, del nuevo disco hay un poco de todo. De este me gusta mucho “Parar a tiempo”.
Para “No todo lo puedes dar” tomó el control creativo de todo el disco, pero ¿cómo fue tomar la decisión de hacerlo usted misma?
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– Fue un paso de manera natural. A veces empiezas un disco sin saber cómo va a ir la historia y vas aprobando las cosas. Yo solo sabía que debía hacer un disco que estuviera muy pegado a mi intuición. Al inicio, cuando estaba haciendo demos con el productor Jim Eno, me di cuenta que todo el concepto lo tenía más claro de lo que pensaba. Por eso me atreví a producir dos temas como prueba para ver cómo me iba y me encantó la experiencia. Desde ahí, produje la gran mayoría de las canciones. Fue un proceso divertido y me encantó.
El próximo 24 de julio se presentarás por tercera ocasión en el Teatro Metropólitan de la Ciudad de México, ¿qué pueden esperar los fans del tour “No voy a decir que no”?
– Van a ver que el nuevo disco tiene un nuevo concepto sumamente redondo en cuanto a sonido, la parte visual. Verán a una Ximena más madura, más en control y siempre es bueno ver la forma en que tu artista favorita evoluciona.
En los próximos meses abrirá los conciertos de Juanes en los Estados Unidos, ¿cuál es su sensación de compartir el escenario con alguien que ha ganado 20 Grammy Latinos?
– ¿20 ocasiones? ¡Wow! La verdad es que me siento muy afortunada con alguien tan buena genial y con tanta historia. Juanes es un artista a nivel internacional muy reconocido como latino y estoy súper emocionada de compartir con él esta gira en la que pisaremos varios escenarios.
Ha colaborado con una gran de artistas como Ana Torroja o Miguel Bosé, ¿cuáles han sido sus aprendizajes al realizar estos trabajos?
– Tanto Ana Torroja como Miguel Bosé son personas que tienen muchísimos más años de carrera que yo y te das cuenta que es por una razón: Ana tiene una voz tremenda y un compromiso con su carrera impresionante y Miguel es un maestro de las multitareas, tiene total control sobre todo lo que se hace y total poder de decisión. Por eso es increíble vivir esa experiencia junto a ellos.
Le ofrecieron hacer un disco en inglés y lo hizo, fue juez en un programa de talento y bailó en un video, aunque usted dice que no sabe hacerlo. ¿En qué personas se inspira para afrontar estos retos que le pone la vida y su carrera profesional?
– En ese aspecto me he apoyado en mis papás, son dos personas sumamente creativas, han hecho mucho por el cine mexicano, han sabido trascender, reinventarse y hacer siempre cosas nuevas. Siempre he tenido una mentalidad: “Di que sí y luego ves cómo”. Hay veces que no te sientes preparado para hacer algo o tienes prejuicios sobre tí mismo y te dices: “no sé bailar”, “no me veo cantando cumbia”. Pero creo que en mi vida siempre he dicho que sí. Y por supuesto, si es algo que tengo ganas por hacer, aprendo en el proceso. Esto me ha dejado cosas increíbles.
Muchas personas la recuerdan por sus inicios como actriz con villanas emblemáticas en telenovelas como “Luz Clarita” o películas como “Amarte duele”, ¿qué tan difícil ha sido quitarse ese estigma?
– (Risas). La verdad no es algo que me ha importado demasiado quitármelo, al contrario, me da muchísimo orgullo haber tenido la oportunidad de haber interpretado personajes tan emblemáticos y tan polémicos como en “Amarte duele”, el cual será recordado y odiado por el resto de la historia (risas). Eso es increíble. Algo hice bien para que fuera el personaje fuera creíble. En ese aspecto me encanta formar parte del pasado del entretenimiento en México y me encanta ser recordada por algo.
En una época donde está de moda la piratería y el streaming, produjo una serie para la web, ¿le ha costado trabajo encontrar el lugar perfecto para exhibirla?
– No tanto por la piratería. Lo que siento que pasa con las series web es que es una forma artística de contar una historia de la que se sabe muy poco cómo hacerlo y eso es lo que me ha costado más trabajo. Cuesta saber cómo la vamos a exhibir, si con una marca, con un canal, o con nosotros. Y a veces cuando uno aprende, eso toma tiempo. No hemos tenido la prisa de sacarla, estamos haciendo las cosas bien. Queremos que se mantenga siempre fiel a lo que nació siendo, una comedia negra, irreverente y respetar el sentido del humor y la historia al 100%.
Ha sido víctima de hashtags y de memes en las redes sociales. En una sociedad donde el bullying es un gran problema, ¿qué puede decirle a quienes sufren por ello?
– El bullying no está bien en ninguna circunstancia y en ninguna situación. Para mí perder energía en acosar a quien sea me parece energía mal gastada. En general uno siempre debe tener una sana relación con las redes sociales, no pueden dictaminar tu vida ni tu estado de ánimo. Si cinco, cientos o miles de personas que no conozco me tiran un meme, al final de cuentas no me están viendo la cara y me parece un acto bastante cobarde, pero tampoco me lo tomo personal o dejo que eso afecte mi estado de ánimo ni mi manera de ver la vida. Estoy convencida de lo que soy porque todo el mundo es valioso a su manera y todo mundo tiene derecho a tener personas a su alrededor que los quieran y que los apoyen. Solamente recuerdo esas cosas (los hastags o los memes) y dejo que me resbalen.