Puede ser en la cancha seca del Calvo y Bascuñán o en la mojada del CAP. También en el pasto natural de El Teniente o en el artificial del Nicolás Chahuán. O en el Santa Laura de Independencia, comuna donde Universidad Católica hacía de local en tiempos pasados. Lo cierto es que la UC de Gustavo Poyet casi no sabe ganar de visita, no importa cómo sea el terreno de juego.
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Lleva seis derrotas en el Campeonato Nacional 2021 y todas fueron como forastera. En Rancagua cayó ante Audax Italiano (0-1) y la “U” (1-2), en La Calera perdió contra Deportes Melipilla (0-2), en Plaza Chacabuco sucumbió a manos de Unión Española (2-3), en Antofagasta no pudo con los “Pumas” (2-3) y este domingo se ahogó en Talcahuano frente a Huachipato (1-2).
El campo estaba injugable y en algo mermó las críticas hacia el DT uruguayo. Sin embargo, él mismo reconoció en la conferencia posterior que habían trabajado pensando en el escenario extremo que se dio por el clima, deslizando nuevos cuestionamientos hacia sus pupilos por haberse dormido en las pelotas aéreas. “Habíamos analizado muy bien al rival y las condiciones”, aclaró, agregando que “fueron errores nuestros. Yo soy el responsable y los tengo que solucionar. Es una preocupación bastante importante. Alguna decisión voy a tener que tomar al respecto”.
En su estilo habitual, el entrenador “charrúa” repartió culpas, asumiendo las suyas, pero también apuntando las de sus jugadores. Así, la forma más justa de tasar su verdadera responsabilidad personal en esta floja campaña de la “Franja” es comparándola con las de sus antecesores. Y, en esa equiparación, sale perdiendo por paliza.
Con sus seis caídas en 15 partidos, Poyet lleva las mismas que acumularon en conjunto Beñat San José y Gustavo Quinteros en todo 2018 y 2019, respectivamente. Entre el vasco y el argentino-boliviano, en los torneos donde se logró el bicampeonato, dirigieron 54 encuentros. En el 2020, Ariel Holan sumó cinco reveses en 34 duelos.
Más encima, las dos victorias “cruzadas” fuera de San Carlos de Apoquindo en el certamen actual, ambas por 1-0, contaron con un toque de suerte. Una fue sobre Ñublense en Chillán, con un autogol de Fabricio Fontanini. Y la otra fue doblegando apenas al atribulado Santiago Wanderers, con un centro de Juan Cornejo que se metió en el arco de casualidad.
A una fecha del cierre de la primera rueda, la “Cato” está cada vez más lejos del “tetra”. Seis puntos la separan del líder de la tabla, el cuadro calerano, y cinco de su escolta, Colo Colo. Por eso, el cruce de este fin de semana ante el peligroso Everton en Las Condes es clave para terminar la parte inicial del campeonato con aspiraciones, tanto del conjunto para pelear por el título como del técnico para continuar en su cargo.
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“El partido siguiente se torna muy importante. Cuando un equipo tiene un traspié, y nosotros hemos tenido demasiados, el partido siguiente es fundamental y puede marcar la temporada. Tenemos que ganarlo por encima de todo”, advirtió Poyet en la rueda de prensa. Lo tiene claro. Contra los “ruleteros” se juega sus últimas fichas.
Y será con público…