Universidad de Chile igualó 1 a 1 ante Ñublense en el estadio El Teniente, en Rancagua. Un partido que no sólo se recordará por el momento y la forma en que se marcaron los goles, sino porque la visita mandó al campo a un jugador con una camiseta improvisada: con el nombre escrito a mano y un número borrado. Mathías Pinto vistió la 7, pero en verdad era la 37.
En cuanto al partido, las emociones quedaron para los últimos minutos. Un saque de esquina lo aprovechó Joaquín Larrivey para abrir el marcador. Se creyó que con eso el partido estaba definido: ya se empezaban a jugar los descuentos, era complejo que Ñublense se recuperara del golpe anímico y también ingresaron dos refrescos en la defensa azul.
Pero nada de eso resultó importante. Una jugada polémica en el área de la Universidad de Chile acabó por definir el partido. Un balón que cae llovido sobre el área. Lo van a cabecear Osvaldo González y Roberto Gutiérrez. Pero el azul hace un movimiento arriesgado y el balón termina por darle en uno de sus brazos. Luego cae.
El árbitro Nicolás Gamboa en un principio concedió falta en ataque, en favor de la Universidad de Chile. Luego cambió de idea y concurrió al VAR a verificar la acción. Entonces, cambió totalmente de parecer y decidió dar un penal en favor de Ñublense. Lo convirtió Nicolás Vargas, sin problemas ante un bisoño Cristóbal Campos, que ahora mira el clásico universitario.
Con este resultado la U alcanzó los 19 puntos y quedó en el 9 lugar. Ñublense también llegó a los 19, aunque se ubicó en el 7 puesto, por su mejor diferencia de goles. La U enfrentará el domingo a Universidad Católica, que está tres puntos más arriba y que este jueves 29 perdió ante Antofagasta.