La última Copa América de la “Generación Dorada” deja un mal sabor de boca, por la sensación de que la «Roja» pudo haber llegado más lejos de haberse cruzado con un rival más débil en cuartos. Sin embargo, también hay conclusiones positivas que ilusionan de cara a un año crucial en las Clasificatorias, con ocho partidos de acá a que se termine 2021.
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De partida, está la recuperación de tres jugadores clave, que demostraron que todavía tienen bastante para dar. Medel, Mena y Vargas volvieron a dejar claro que no hay nadie que por ahora pueda pelearles el puesto en el corto plazo.
Otra buena noticia es la consolidación de Pulgar, evidenciando que es el único no bicampeón inamovible. Su importancia es cada vez más notoria, como quedó reflejado ante Paraguay, donde no estuvo y se le extrañó demasiado.
El otro gran descubrimiento es Brereton, por la chance que le da a Lasarte de optar por sus dos esquemas favoritos. Así como Pizzi introdujo la variante de un cuarto volante –“Tucu”- o un tercer delantero –“Chapa”-, “Machete” alterna entre el 3-5-2 y el 4-3-3.
En esa línea, los nombres parecen estar claros para llegar al Mundial. A los ya mencionados Gary, “Keno”, “Edu” y Erick, se agregan Bravo, Isla, Aránguiz, Vidal y Sánchez, que siempre jugarán mientras estén disponibles.
El 10° fijo es el segundo zaguero central, con Sierralta sumando bonos por sobre Maripán en esta pasada. El defensa del Watford derrochó personalidad en encuentros complicados y muestra una solvencia en el juego aéreo del cual Chile no gozaba, aunque igual podrían jugar ambos –o Paulo Díaz- por delante del “Pitbull” si el DT opta por esta variante, en desmedro de Ben.
¿La mala nueva? En realidad es vieja: que no tenemos mucho más, más allá de la incursión prometedora de Alarcón, por lo que habrá que cruzar los dedos para que los titulares de la «Roja» no se lesionen, porque ya fue medio milagroso que algunos jugaran cinco duelos en 20 días.