Las estadísticas en el fútbol no siempre reflejan las sensaciones. En los 20’ que estuvo en cancha Ben Brereton en su estreno por la selección chilena -ingresó a los 77’ y hubo 7’ de descuento-, las frías cifras dicen que no intervino mucho en el juego.
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Cuatro pases -todos correctos-, dos recuperaciones y un offside fueron su aporte numérico. Sin embargo, también hubo una contribución intangible, que tal vez no puede medirse, pero que dejó una buena impresión.
El jugador del Blackburn Rovers peleó todas las pelotas aéreas cuando Chile ya estaba ahogado en el fondo, correteó constantemente a los defensas argentinos en la salida y tuvo personalidad para trasladar el balón cuando éste quemaba. Su entusiasmo por debutar por el país de su madre se notó con creces.
En un equipo con poco peso ofensivo, el nacido en Inglaterra pasó de inmediato a ser una opción interesante en ataque. Sobre todo considerando la ausencia por lesión de Alexis Sánchez, que dejó muy huérfano a su socio Eduardo Vargas, especialmente en el primer tiempo.
Ahora, la duda es dónde debería ubicarlo Martín Lasarte, si así lo decide. En la ciudad donde juega estuvieron atentos a su desempeño y llamó la atención verlo moverse como centrodelantero puro, pues allá suele hacerlo como extremo izquierdo, puesto que hoy ocupa Jean Meneses en la “Roja”.
“Lo hizo bien. Fue bueno verlo tener una oportunidad. Jugó como ‘9’, que no es una posición en la que lo hayamos visto mucho, pero donde idealmente le gustaría jugar”, comenta Rich Sharpe, reportero de los Rovers para el Lancashire Telegraph. “Ojalá pueda conseguir más minutos en los próximos partidos”, agrega.
En esa línea, el encuentro del viernes ante Bolivia asoma como el escenario propicio para Ben Brereton, asumiendo que el menguado combinado “altiplánico” volverá a meterse atrás, tal como lo hizo en San Carlos de Apoquindo por las Clasificatorias. “Machete” corta el queque.