Con ilusión y ansiedad, en el caso de los jugadores debutantes en clásicos, y el compromiso de mantener el invicto de casi dos décadas en el estadio Monumental, en los pocos futbolistas avezados del actual plantel, en Colo Colo cuentan los días para reeditar una nueva versión del Superclásico ante Universidad de Chile, duelo del próximo domingo al que los dirigidos por Gustavo Quinteros llegan con gran parte de su plantel.
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En el Cacique, Leonardo Gil ha sido uno de los refuerzos que desde el primer partido ha demostrado ser un aporte para el esquema de Quinteros, quien tiene en el «Colorado» a uno de los pilares de su mediocampo, una posición en la que el argentino naturalizado chileno espera aportar para sumar un triunfo ante los azules.
«Este es uno de los partidos más importantes que me toca jugar. Este clásico es como el Boca-River de Argentina. Trataremos de tomarlo con la máxima responsabilidad que se merece y con el respeto de poder dar el máximo, creo que es lo más importante, transmitir confianza a los compañeros que será un partido duro», anticipó Gil, que ya cuenta en su currículum con otros duelos clásicos.
«Me tocó jugar el Flamengo-Vasco, Talleres-Belgrano, Estudiantes-Gimnasia y el Central-Newell’s; y creo que las previas a estos partidos son semanas especiales, donde uno está un poco más motivado, trabaja el doble, y eso es importante, la concentración, saber lo que tenemos que hacer, el mínimo error puede salir caro».
En la misma línea, Gabriel Suazo indicó en entrevista con TNT Sports, que la responsabilidad de jugar un duelo de estas características es «una motivación adicional».
«Un Superclásico es un partido que se vive de una manera distinta en la semana, uno lo vive con mucho entusiasmo y con esa hambre de poder ganar un partido tan importante para nosotros», señaló el capitán de Colo Colo, quien reconoció que el plantel ya tiene estudiado el planteamiento que la «U» llevará hasta Macul.
«Sabemos lo que intentan hacer y lo que intentan jugar, entonces nosotros estamos trabajando esta semana en contrarrestar sus mayores virtudes y nosotros aprovechar las nuestras para hacerles daño».
