Daniel Morón no esquiva el bulto. Como un “Loro”, habla de todo, porque no le tiene miedo a nada, advierte.
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No le tiene temor a partir como tantos ídolos de Colo Colo, por la puerta de atrás, si le va mal como gerente deportivo. Su pasado exitoso en la cancha y el respaldo de todos los sectores, como buen hombre de consenso, lo avalan.
Dentro de un club que no se caracteriza justamente por la unidad, ésa es su principal tarea: hacer equipo. “Es uno de mis lemas de vida”, avisa Daniel Morón.
Hace un tiempo, confiabas ciegamente en que Colo Colo se quedaba en Primera. La firme: ¿La viste negra?
—O sea, cuando se está en esa situación, como llegó Colo Colo hasta el final, uno puede tener mucha confianza, pero el fútbol a veces te depara cosas inesperadas. Pero no tenía dudas, de verdad, por cómo se fue comportando el equipo desde que llegó Quinteros, encontré respuestas diferentes. Creo que de los últimos 15 partidos, se perdió solamente uno, con Wanderers. Pensé que podría haber sido antes, eso sí, pero aún así, golpeados física y anímicamente, confiaba.
¿Con qué funciones específicas llegas a la gerencia deportiva?
—Hoy, si bien estoy viendo los jugadores que están llegando, es una función casi mixta, porque las negociaciones las está llevando Harold. He ido haciendo análisis de los futbolistas que le van proponiendo al técnico. Eso hasta que termine este mercado de contrataciones, después ya seguramente lo voy a tomar yo como parte de mis funciones, haciendo el trabajo completo.
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¿Y en épocas que no sean de mercado?
—Voy a tener cercanía con el técnico y los jugadores, como ya la he tenido en la pretemporada en Talca. Tendré que satisfacer las necesidades del entrenador, que hoy son más sobre refuerzos y préstamos. También tendré participación en el fútbol femenino, que va a hacer la pretemporada en Renaico, que la gestioné totalmente yo. En el fútbol joven, producto de que todavía no tiene competencia, no he intervenido tanto, pero ya he hablado con Ariel Paolorossi (jefe de cadetes) y he ido conociendo a los técnicos que están trabajando.
¿Cómo te has preparado para este cargo?
—Tengo la experiencia que he recogido como jugador durante 20 años. También como entrenador de arqueros desde 2001, participando en diferentes cuerpos técnicos. Después, he sido director dos años de Blanco y Negro, representando al Club Social, y un año y medio presidente de la Comisión de Fútbol, lo que me ha dado conocimientos más desde adentro de lo administrativo. Si bien no tengo estudios en la dirección deportiva, tengo mucho conocimiento de lo principal, que es el club, como familia, como el sentimiento de la gente, del colocolino. A pesar de que no soy de las divisiones menores, creo que interpreto muy bien su idiosincracia.
¿Tienes algún referente en el puesto, alguien a imitar?
—Si tenemos que ver a alguien, lo que ha hecho Buljubasich en Católica ha sido muy bueno. Voy a adoptar cosas de él, lo bueno hay que imitarlo y, quizá, poder mejorarlo. Hay cosas del “Tati” que me agradan y que, seguramente, las voy a poner de manifiesto.
¿Has hablado con él o no se le pide consejos al archirrival?
—No he hablado con él, porque nunca me planteé estar en este puesto hasta que me lo propusieron. Ésta es una experiencia nueva para mí dentro del fútbol, entonces, así como fui exitoso como jugador y entrenador de arqueros, espero tener éxito en este nuevo emprendimiento. A mí me gusta el trabajo, no tengo problema en estar 24/7 y sé que esto requiere de eso. Sé que dentro de la institución soy una persona querida por el hincha, por los compañeros que están adentro y afuera, siento que me ayudan y me respaldan. Quiero ir proponiéndole al club que cada día hagamos más equipo, es uno de mis lemas de vida.
Daniel Morón: «Barticciotto siempre tendrá un espacio»
Dentro de las cosas a mejorar en Colo Colo, ¿está la salida de los ídolos, como lo ha hecho la Católica? Recientemente fue algo traumático…
—Siempre ha habido un tema con las salidas de los jugadores que han marcado historia en el club. Espero, habiendo sido jugador, poder buscar la mejor manera para el día que se nos vaya alguien representativo. Como dices lo que pasa en Católica, te decía recién que el “Tati” es uno de los tipos de quienes uno extrae cosas buenas. Quizá ésta pueda ser una de ellas. A los que hemos sido representativos, nos gusta que haya algún agradecimiento. Buscaré la fórmula para que se vayan bien.
¿Te sientes un hombre de consenso, en un Colo Colo con disputas internas?
—De todas maneras. Quizá adentro de la cancha era duro, confrontacional, peleaba por todo, pero en la vida normal soy de proponer acuerdos, de hacer equipo y familia, de tratar de que no se acaloren las discusiones. Ahora, cuando tengo que poner mi postura, la pongo como corresponde, pero soy más un tipo de consenso que de estar agitando las peleas, eso no va conmigo.
Por esto mismo, si Mosa no sigue como presidente, tú igual sigues, ¿no?
—Me acaban de contratar para llevar un proyecto adelante. Las personas que me contrataron lo hicieron para que esto se desarrollara, no para que se termine en dos meses más. También tendré que ser muy prudente y respetuoso de las personas que lleguen, si quieren que siga liderando esto. Va a depender de ellos.
¿Te gusta la opción de Barticciotto como presidente?
—Marcelo Barticciotto es uno de los grandes ídolos de este club, y siempre va a ser bienvenido en cualquier parte, así como tantos de los grandes que han pasado por esta institución. Siempre tendrá un espacio muy bien ganado.
¿Tienes miedo de que, como pasó con Espina, tu antecesor, y como ha pasado con tantos ídolos, te vayas mal del club?
—Si hubiese tenido miedo, no hubiese jugado al fútbol. Qué miedo voy a tener, si cuando tenía 14 años me tuve que ir de mi casa solo, a 1.500 kilómetros, para poder cumplir el sueño de jugar al fútbol profesional. No voy a tener miedo ahora, a los 61.
Como Daniel Morón, no como gerente deportivo de Colo Colo, ¿te gustan las sociedades anónimas en el fútbol?
—Creo que las sociedades anónimas, en un momento, llegaron y le pusieron un marco regulatorio al fútbol. Espero que puedan cumplir un rol más cercano a la sociedad, porque se distanciaron un poco del rol social del club. Eso es parte de lo que me gustaría hacer, acercarlos, siendo un empleado de una sociedad anónima.
