Mientras la Anfp hace malabares para poder terminar el tortuoso Campeonato Nacional 2020, pese a los reclamones y a los ventajeros de siempre, algunos ya sostienen que el torneo está desvirtuado. Sí, es verdad que ciertos equipos han tenido y tendrán más descanso que otros en la recta decisiva, pero supongo que ninguno ha querido contagiarse de coronavirus a propósito para llegar fresquito a la definición.
No cabe duda de que el cansancio ha hecho mella, por ejemplo, en Universidad Católica y Coquimbo Unidos, los dos cuadros que han jugado más partidos después del receso por la pandemia. “Enfrentamos a un rival físicamente desgastado”, reconoció Rafael Dudamel luego del “Clásico Universitario”.
Ni hablar de los “piratas”, quienes no tienen el plantel largo del cual gozan los “cruzados”. En Quilín ya tomaron cartas en el asunto y les suspendieron cuatro encuentros para que se concentren exclusivamente en la llave ante Defensa y Justicia, por las semifinales de la Copa Sudamericana, como todos pedían.
Ahora, poner en tela de juicio la legitimidad del Campeonato Nacional me parece muy desatinado. Quizá con qué intereses, probablemente justificarse por los objetivos no cumplidos al final, ya se escuchan esas voces.
Bien vale la pena recordarles a esas personas que el deporte y, cómo no, el fútbol, no es sólo patear una pelota. También entran en juego virtudes como la resiliencia, o sea, la capacidad de afrontar la adversidad, sea ésta un gol en contra, un expulsado o la fatiga acumulada.
Como dato anexo, hoy hay tres duelos de la Premier League: Crystal Palace vs. Leicester City, Chelsea vs. Aston Villa y Everton vs. Manchester City. Los seis elencos involucrados jugaron el sábado, 48 horas antes…