“Sabes que si me llaman, agarro mis cosas y parto”. Así de tajante fue Marcelo Díaz, hace un par de días, para describir sus ganas de volver a Universidad de Chile. La confesión se la hizo a Diego Rivarola, a través de una transmisión vía redes sociales del club, además.
Y, aunque el actual mediocampista de Racing de Argentina tiene claro que depende de que el técnico de turno y la dirigencia lo quieran ver vestido de azul, sus ganas de retornar al lugar donde comenzó su carrera influyen.
La idea de “Car’e Pato” es retirarse en la “U”, club desde el que partió en 2012. Su idea es llegar con 34 años recién cumplidos, cuando arranque 2021. Para intentar no disipar cualquier duda que pudiesen tener en el CDA, Díaz asegura que está en impecable forma física y que tiene aún resto para brindar talento en la cancha.
Los deseos del ex seleccionado chileno suenan bien. Pero a sus palabras le faltaron algunos detalles.
Díaz tiene contrato vigente con la “Academia” hasta 2021. Incluso, en el mismo diálogo con Rivarola mencionó -sobre la marcha, a la pasada- que creía que sería difícil salir antes de Avellaneda, apuntando a que durante este año apuntan a luchar por la Copa Libertadores con Racing. Sin embargo, especula que a fin de años podría salir. Pero eso, claro, dependerá de la voluntad del club transandino por desprenderse del volante.
Es ahí donde se empiezan a complicar los planes de Díaz. Y los deseos de los hinchas laicos, a los que les gustaría volver a contar con él.
Desde este lado, más allá de las ganas, en la “U” se resignan desde ya a esperar hasta mediados del próximo año, porque no contarían con fondos para compensar a Racing una salida anticipada de Díaz.
En el CDA, hoy no están pensando en fichajes. Los esfuerzos están concentrados en navegar adecuadamente un período complicado para la tesorería del club, a partir de la suspensión del torneo por la pandemia. Y que en lo deportivo, los buenos resultados se extiendan cuando vuelva la actividad, para así cerrar definitivamente los malos momentos vividos en 2019.
La llegada de Díaz seduce, sin dudas. Pero además de no estar pensando en refuerzos, porque aún son más las incertidumbres que las certezas para esta temporada, hay otros aspectos que pensar, al margen de que no haya presupuesto para pagar pases de jugadores.
Uno de ellos es que en la posición de “Car’e Pato” juega Camilo Moya, quien es visto como un auténtico sucesor del propio Díaz, además de ser un elemento exportable. También cuentan con Sebastián Galani, otro que se ha visto bien y con proyección. La llegada del actual Racing puede servir para ayudar a mejorar a los jóvenes, pero también puede ser un factor que les quite minutos en cancha, retrasando la maduración de los emergentes.
Pero si hay un factor económico en la salida de Avellaneda, también lo habrá en las condiciones que pretenda Díaz para volver a ponerse la camiseta de la “U”.
En Argentina, el mediocampista tiene un contrato que le reporta cerca de un millón de dólares por temporada, sueldo que parece impensable para la realidad de los universitarios en la actualidad.
En la mesa laica entienden que Díaz está informado de la situación económica de la institución, y dan por sentado que en esas condiciones, el futbolista tendrá aspiraciones acordes al panorama financiero. Porque así como estarían felices de volver a contar con él, tampoco están en condiciones de incurrir en compromisos que terminen siendo irresponsables o desmedidos para el escenario actual, aun cuando entienden que requieren potenciar el plantel para seguir peleando arriba y, eventualmente, mejorar las últimas actuaciones en las copas internacionales.
Por ahora, Díaz cuenta con el aval de estar en un buen momento deportivo, de tener un técnico que el propio jugador califica como amigo y que se da por sentado que lo quiere en el plantel, además de conocer la institución y su gente desde siempre. Pero, como viene siendo la tónica, la caja azul posee recursos muy limitados, a lo que se agrega las complejidades de la actual incierta pausa por el coronavirus, que condiciona aún más las proyecciones económicas. Así, el retorno de “Car’e Pato” termina quedando en la habilidad que tenga de negociar con Racing su salida y de lo razonable del sueldo que pretenda percibir.