La llegada de Mario Salas al Estadio Monumental durante la mañana del martes no fue fácil. El entrenador estaba fuertemente cuestionado luego de la derrota 1-0 ante Curicó Unido, la cuarta de manera consecutiva por el Campeonato Nacional y que llevó al directorio de Blanco y Negro a poner fin al proceso del «Comandante».
A las 10 de la mañana inició el entrenamiento del primer equipo pensando en el próximo partido ante Universidad de Concepción, además del inicio de la Copa Libertadores la próxima semana, pero desde al rededor de las 11:00 comenzaron las reuniones de Aníbal Mosa, Harold Mayne-Nicholls y Marcelo Espina, junto a los llamados al resto del directorio del «Cacique».
Si bien en un inicio la alta cifra del despido de Salas (cercana a los US$700.000) junto con el apoyo del Gerente Deportivo de los «Albos» al primer entrenador de su proyecto en el club le permitían al estratega mantenerse en la banca del Monumental. A esa altura, ya se había suspendido la presentación de los patrocinadores de la Noche Alba femenina, además del balance que haría Mayne-Nicholls de la gira por Rosario del equipo femenino.
Finalmente a las 13:07 se dio a conocer por medio de un comunicado oficial en las redes sociales de la concesionaria el despido del adiestrador.. «Esto es Colo Colo, nos gustan los procesos, pero las realidades deportivas de equipos tan grandes como este nos hacen tomar estas decisiones que no nos gustarían tomar, pero las realidades aquí pesan», dijo Mosa en conferencia de prensa convocada poco después.
Salas se fue de Macul sin hablar con la prensa y vivió un triste último día en Pedrero, en donde el decimoquinto entrenador de la era Blanco y Negro dejó un título de Copa Chile y la clasificación a la Copa Libertadores 2020, la cual no alcanzó a dirigir, además de un rendimiento del 55,5% en 39 partidos jugados.
