Paulo Díaz no la ha tenido fácil en River Plate. El chileno llegó a mediados del año pasado al club argentino, donde empezó de a poco a ganarse un espacio, aunque generalmente ingresando desde la banca.
Sin embargo, en este arranque del 2020 ya se había afirmado como titular. En los tres partidos oficiales que lleva disputados el Millo, el defensa nacional estuvo desde el primer minuto en cancha, algo que no podrá repetir este fin de semana.
El ex Colo Colo se fue expulsado cuando apenas se jugaban 14 minutos del encuentro ante Central Córdoba en el estadio Monumental de Buenos Aires. Le pegó una patada infantil a un rival y vio la tarjeta roja, pese a la cual la Banda Sangre se impuso por 2-0.
Su entrenador, Marcelo Gallardo, lo reprendió públicamente. “Se nos complicó cuando quedamos con 10 hombres. Cometió un error, él lo debe saber. Estaba un poco desconsolado en el vestuario, es normal que esté así. Sus compañeros lo respaldaron. El equipo dio la cara por él”, indicó el Muñeco.
Claro, el yerro del seleccionado criollo pudo costarle caro al cuadro riverplatense, que pelea palmo a palmo el trofeo de la Superliga con su archirrival, Boca Juniors. A falta de cinco fechas para el final, supera por apenas tres puntos a los xeneizes.
De partida, el formado en Palestino no podrá estar en la visita a Unión, mientras la prensa transandina ya especula con que esto le costará el lugar en la oncena estelar. “Su actitud puso en juego lo que a pesar suyo fue un triunfo vital para pensar en el título. Solito perdió el puesto que se había ganado”, indicó Olé.
A su vez, TyC Sports calificó al zaguero con nota “2”. “El puntaje fue por su exclusiva irresponsabilidad en dejar casi todo el partido a su equipo con uno menos”, explicó el medio.
“Que le quede de experiencia”
“No he conversado con él”, cuenta Ítalo Díaz, papá del defensa de River y también de Nicolás, zaguero de Palestino y de la Roja Sub 23 que acaba de competir en el Preolímpico de Colombia. “No quiero calentarle más la cabeza”, complementa.
Claro, como reveló Gallardo, su pupilo estaba “desconsolado”. Su padre no entiende qué le pudo haber pasado: “Irreconocible lo que hizo. Él es bastante tolerante, así que la verdad es que nos sorprendió a todos, quedé para adentro con lo que pasó. No esperaba esa reacción, a lo mejor algo lo está irritando”.
Más allá de esta falla, el progenitor sabe que su hijo aprenderá de esta lección. “Cuando cometen errores, ya sea Paulo o Nico, siempre les digo que les quede de experiencia. Por la edad, es parte del aprendizaje como futbolistas y personas”, cierra el también ex jugador.
