El 11 de octubre del 2018, la jueza de turno del 12° Juzgado de Garantía de Santiago, Carolina Gajardo, ordenó la detención del ex futbolista Luis Núñez y de Andrés Vergara por su participación en el homicidio de Juan Pinto Vásquez, quien había fallecido un día antes en La Legua luego de recibir un disparo en la cabeza, y por la seria lesión que sufrió en el fémur izquierdo Mario Albornoz, quien identificó a ambos como sus agresores. Desde entonces, el otrora jugador de Universidad Católica vivía en la clandestinidad.
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Eso, hasta la madrugada de este martes, cuando, tras más de un año prófugo, fue detenido cerca de las cuatro de la mañana en Cochabamba, Bolivia, donde vivía solo en un departamento arrendado. Hace alrededor de dos o tres semanas, Lucho Pato ingresó a ese país con documentos falsos, bajo el nombre de Luis Bastián Vázquez Germal.
Con ello sorteó los controles fronterizos, pese a que había una alerta internacional por parte de la Interpol. También estaban atentos en Migración al posible arribo de algún cercano y justamente esto terminó delatándolo, ya que la Inteligencia boliviana logró identificar a familiares que estaban llegando a esa ciudad y detuvo al ex delantero cuando se acercaba al terminal a recibirlos.
Se resistió
El arresto de Núñez, quien vestía ropa deportiva en ese momento, no fue sencillo, tal como relata Sami Aliss, responsable departamental de Migración de Cochabamba, en contacto con El Gráfico Chile. “Al principio se puso sumamente agresivo. Incluso, por tanta presión que hizo, terminó abriéndose heridas en las muñecas por intentar soltarse las esposas”, explica.
Sin embargo, al cabo de un rato, el ex futbolista se rindió, aunque haciendo una petición a sus captores. “Cuando se dio cuenta de que no había vuelta atrás, se empezó a calmar, no le quedó otra. Lo que sí, suplicaba que esto no se supiera, porque tenía un nombre que cuidar”, prosigue el funcionario, quien aclara que “no tenía ningún síntoma de haber consumido bebidas alcohólicas ni nada”.
La autoridad migratoria destaca el trabajo conjunto realizado para lograr la detención. “Fue en un buen tiempo. En este gobierno de transición de la Presidenta Jeanine Áñez, estamos con un sistema integrado, cosa que antes Bolivia no manejaba. Por lo tanto, tenemos una mejor información y más poder de comunicación entre las instituciones”, cierra.
Lucho Pato ya cumplió una condena de cuatro años y 64 días por porte ilegal de armas y financiamiento a una banda de narcotráfico. El otrora jugador, vitoreado en el pasado por la hinchada de la UC, ya estaba en camino hacia nuestro país, donde deberá enfrentar nuevamente a la justicia.
