Australia es un país con dilatada trayectoria en el tenis. Sin embargo, tiene una gran deuda pendiente, ya que ningún jugador ni ninguna jugadora local se ha consagrado en su Grand Slam desde 1978, cuando lo consiguió Chris O’Neil en el cuadro femenino.
Ahora, la esperanza vuelve a ser grande, ya que la número uno del ranking de la WTA, la australiana Ashleigh Barty, se metió en las semifinales. Venció a la checa Petra Kvitova (8ª) por 7-6(6) y 6-2.
La última campeona de Roland Garros está teniendo su mejor actuación en su tierra. Superó la valla que la detuvo el año pasado, cuando se estancó en cuartos.
Por un lugar en la definición, la oceánica enfrentará a la estadounidense Sofia Kenin (15ª). Ésta derrotó a la tunecina Ons Jabeur (78ª) por un doble 6-4.