Comenzó con todo la era de Quique Setién en el Barcelona. El nuevo entrenador culé organizó una cena de camaradería en un restaurant de Barcelona, que sirvió para unir fuerzas entre el plantel y el nuevo cuerpo técnico.
La reunión causó expectación en los medios catalanes quienes hicieron la guardia afuera del local una vez que terminó la cena.
Ante el asedio de las cámaras, los jugadores no quisieron hablar ante los medios y algunos simplemente se taparon la cara como el caso de Antoine Griezmann.
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Otro caso llamativo fue el de Arturo Vidal quien apenas vio las cámaras decidió devolverse al interior del local, hasta que se cruzó con Gerard Piqué quien lo invitó a irse con él.
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