En una segunda parte del extenso diálogo que José María Buljubasich tuvo con El Gráfico Chile, el gerente deportivo de Cruzados explicó algunos de los principios que le han permitido alcanzar éxitos con Universidad Católica, fundamentalmente en lo que se trata de conformación de plantel.
El Tati da cuenta de su modelo, defiende la permanente búsqueda de jugadores argentinos, da razones para no buscar en países como Ecuador y Venezuela y recuerda apuestas fallidas como la de Ramiro Costa. También habla de la conformación de los planteles de Colo Colo y Universidad de Chile para la temporada 2020.
¿Cómo ves el mercado 2020 en el fútbol chileno?
Ha pasado lo que medianamente pasa siempre. Hay equipos que cambian muchos jugadores, hay otros que tratan de mantener las bases. Creo que con la cantidad de cambios que hay en los planteles, uno recién ve si funcionó o no con el correr de los partidos. No hay grandes inversiones, tampoco hay nombres rimbombantes, pero sí grandes jugadores que se ven con el correr de los partidos. Lo que sí nos ha ocurrido en este período es que nos hemos encontrado con un mercado de pases cerrado en Argentina, lo que nos hace mucho más difícil la tarea, considerando que durante mucho tiempo nos hemos nutrido de él. Si uno ve bien, en este período han llegado jugadores de México, Brasil, Paraguay y de otros mercados, porque en esta parte del año Argentina no libera jugadores. Es más difícil poder contratar en esta situación. Y en junio, cuando se abre el mercado argentino, generalmente tenemos pocas incorporaciones.
¿El contexto del país ha afectado a la UC en materia de fichajes?
Desde el punto de vista económico, hay que hacer un esfuerzo siempre. Pero con respecto del deseo de la gente de venir, la experiencia nuestra no ha cambiado respecto a otros años. Con Ariel (Holan) cerramos rápido porque quería venir, Fernando (Zampedri) también estaba con muchas ganas de venir, al igual que Gastón (Lezcano). Por lo tanto, hablando de los fichajes que estaban fuera del país -porque Tomás (Asta-Buruaga) estaba acá- no fue factor, y quienes estaban acá tampoco han manifestado deseo de irse por la situación. Desde la voluntad de los jugadores, el tema no ha afectado.
En base a la situación del mercado argentino en esta época del año ¿Por qué es tan recurrente apostar por jugadores de ese país y no se intenta con futbolistas de otros mercados como el ecuatoriano o el venezolano, como lo han hecho otros equipos en Chile?
La presión, con la prensa y los hinchas, que existe en Católica, Colo Colo y la U no es la misma que tienen los otros equipos. A Soteldo lo que le vi hacer en Huachipato no se lo vi hacer los primeros seis meses en la U. Y si Soteldo hubiera venido directamente de Venezuela a la U y hubiera jugado ese primer semestre como jugó, tal vez no hubiera sido lo que fue, por la presión, por el análisis… Hay un montón de cosas que tienen que ver con el club. Si uno mira quiénes son los jugadores que más han destacado en Colo Colo, la U y Católica son argentinos: Espina, Gorosito, Acosta, Barticciotto, Leo Rodríguez, Vargas. Si uno dice cuántos ecuatorianos han triunfado en toda la historia del fútbol chileno, son pocos. Cuántos colombianos, lo mismo. En Argentina, por ejemplo, los colombianos funcionan, pero los que van a allá son de nivel de selección, y nosotros no tenemos presupuesto para traer a un colombiano de selección. Venezolanos podría ser. Pero, para que triunfe uno, ¿cuántos han llegado? Nosotros no tenemos tiempo. El año pasado trabajamos con Gustavo, que estuvo en la selección de Ecuador y en Emelec. Sin embargo, nunca se dio la opción de traer un ecuatoriano. Si uno mira cuántos ecuatorianos hay en Uruguay, son pocos; cuántos ecuatorianos hay en Argentina, son pocos. Al final, esas apuestas las van haciendo equipos más chicos, que tienen menos presión y por eso les funciona mejor. Para el fútbol chileno, que la hagan esos equipos y después los grandes iremos a buscarles esos jugadores, que ya están adaptados. El hincha de Católica, de la U y Colo Colo, a la hora de los refuerzos, tiene muchas más expectativas que los hinchas de otros equipos. ¿Cuánto tiempo tiene un jugador que la gente no conoce para adaptarse? Si anda mal tres partidos, no lo levantas más. Cuando traes a un jugador de un cierto bagaje, cuando la gente ya sabe de qué se trata, se le espera más, como igual sucede con los jugadores formados en el club. Entonces, hay una serie de situaciones que hacen que vayamos por la línea de trabajo por la que andamos. Los argentinos, en general, nos han funcionado, hemos traído jugadores que han jugado en equipos grandes como Aued, Buonanotte, Kalinski, Noir, Conca, Bottinelli que vienen para acá y saben de lo que se trata.
Antes la UC apostó por extranjeros jóvenes como Mier o Ramiro Costa ¿A esta altura ya no se puede aplicar ese modelo de contratación?
Las experiencias nos ha dicho que conviene apostar a otra cosa. Mier, siendo joven, había sido uno de los mejores jugadores del fútbol sudamericano y había llegado a la final de la Copa Libertadores. Ramiro Costa es otro modelo de negocio: un jugador joven, que trajimos a costo cero, nos quedábamos con una parte del pase, lo podíamos hacer explotar en una época donde había siete extranjeros… Pero es otro caso. Ramiro era un jugador joven, 1,90 de estatura; sin embargo, lo castigaron a él y a nosotros. Fue demasiado duro todo lo que pasó con Ramiro, cuando tal vez en otros clubes han pasado situaciones similares y nadie ha dicho nada. La expectativa que tiene nuestra gente es más alta y los tiempos en los clubes grandes son menores. Los tiempos no son de seis meses o un año, son de un mes, tres o cuatro partidos. No hay una segunda oportunidad para una primera impresión, si la primera impresión no es buena, hay jugadores jóvenes que les cuesta revertirlo en equipos grandes. A lo mejor jugadores grandes sí pueden hacerlo, pero a un joven le va a costar más.
¿Cómo ves los movimientos en Colo Colo y la U para el 2020?
Creo que va en función de los ingresos que puedan tener los clubes, en este caso los dos equipos que ya están en la fase de grupos de la Libertadores van a poder hacer apuestas un poco mayores, porque tienen los recursos, y los demás siempre les va a costar un poco más. La U tiene un desafío con la tabla de promedio: han traído jugadores del medio local que han tenido un buen rendimiento en otros equipos, como Aránguiz y Cornejo, un jugador con experiencia en Europa como Larrivey. Creo que se han reforzado bien. Después, hay que ver cómo se amalgama todo eso. En el caso de Colo Colo, si bien se fue Valdivia, llegó un jugador como Fernández que tiene un peso similar en cuanto a identificación con el club, es un talento natural que seguramente le va a aportar muchas cosas desde lo futbolístico y lo grupal, Valencia es un jugador importante, César Fuentes es un jugador parejo y que viene de muy buenas campañas en los últimos años y, seguramente, llegará otro más que les permitirá conformar un plantel competitivo.
Conociendo a Mario Salas y considerando sus refuerzos ¿Será Colo Colo el gran rival a vencer?
No lo creo tan así, me parece que hay otros equipos. Graff hizo un gran trabajo en Coquimbo, creo que tiene grandes posibilidades de hacerlo bien ahora en O’Higgins. Hay que ver cómo se arma Coquimbo con la salida del entrenador, Palestino viene hace bastante tiempo metiéndose en torneos internacionales, manteniendo la base del equipo, con la U hay que ver si se mete a torneos internacionales, porque si lo hace puede tener una doble competencia. Si no se mete estará sólo enfocada en el campeonato y puede ser un gran rival. También está La Calera. Creo que hay varios equipos que pueden estar en la pelea.
En cuanto a la U ¿Ustedes vieron venir la campaña desastrosa que tuvo el año pasado?
No. Ellos habían hecho un muy buen segundo semestre de 2018, en el que perdieron la chance de ser campeones en la penúltima fecha. Uno pensaba que habían armado un muy buen plantel, con un gran entrenador como Frank Kudelka, pero ocurren golpes que te pegan: el no entrar a la fase de grupos, quedarte con un plantel muy amplio… Después pasaron cosas que no me corresponde analizarlas, pero puedo decir que hubo muchos partidos que merecieron empatar y los perdieron, otros que merecieron ganar y empataron. Hubo un momento donde esa línea siempre iba para el lado negativo y eso te va tirando para abajo, más en un equipo grande, que eso se hace muy complicado. Cuando entras en esa dinámica se hace muy complicado, pero yo no veía venir que la U iba a sufrir durante el año en los puestos de abajo.